Un estudio preliminar, basado en numerosas encuestas realizadas entre embarazadas adolescentes en los barrios más carenciados de Bariloche, preocupa a los médicos debido a la relación del embarazo con la necesidad de las jóvenes madres de verse incluidas en programas sociales como el Plan Vida, que las acompaña durante cinco años. Así lo informó el médico Felipe de Rosa, jefe del departamento que maneja once centros asistenciales periféricos de Bariloche, donde se hicieron las encuestas. De Rosa confirmó la gravedad del diagnóstico, aunque aclaró que "la relación entre el embarazo y la ayuda social no es directa, y tiene múltiples razones", tras lo cual destacó que "en la encuesta no se pregunta si la joven se embarazó para recibir asistencia". "Quienes trabajamos en los barrios más pobres venimos detectando un aumento fácilmente perceptible del embarazo en adolescentes, por lo que resolvimos encarar este relevamiento para estudiar razones sociales, culturales y de información sobre anticoncepción", explicó el médico. Indicó que, en general, Bariloche tiene un 25 por ciento de adolescentes entre las mujeres embarazadas, contra menos del 20 que había hace cinco años. "Incluso hay barrios en donde el índice llega al 60 por ciento", afirmó. Como en función de la ley de salud reproductiva, el hospital local provee en forma gratuita anticonceptivos y asesora a las mujeres y hombres en la cuestión, sospecharon en principio que "habría algún problema en la comunicación de este recurso". Sin embargo, avanzando en las encuestas descubrieron que las "chicas saben perfectamente qué es una pastilla anticonceptiva, un DIU, una ligadura de trompas o un preservativo, y saben también que el hospital entrega alguna de esas cosas". Entonces, relacionando otras respuestas, fueron concluyendo que los embarazos fueron buscados en un momento en el que la mujer queda excluida de toda contención. "Deja de ser niña, no es más alumna y no tiene trabajo. Es adolescente y no resulta contemplada en ninguno de los estamentos sociales que prestan asistencia. En cambio, embarazadas, ya acceden a programas como el Plan Vida, que las acompaña por cinco años por lo menos", explicó De Rosa. De todos modos advirtió que "se trata de conclusiones preliminares, que merecen un estudio sociológico más profundo, y la realización de un relevamiento más específico". Y agregó que la idea de este estudio apuntó a acercar la ayuda más conveniente a estas madres: "No preguntamos y nos vamos, sino que apuntamos todo un perfil de las vecinas para efectuar un buen seguimiento sanitario", precisó. El departamento que dirige De Rosa tiene un amplio radio de acción, que supera en mucho la realidad de las embarazadas adolescentes. Uno de los aspectos más crudos que maneja es el de la desnutrición infantil, que según registros de diciembre del año pasado contenía a un total de 800 pacientes en riesgo. Esa cifra incluyó sólo 45 embarazadas que sufren desnutrición en grado uno, pero sin embargo es la cifra más alta de los últimos años y trepó un 15 por ciento desde septiembre de 2001. Las mujeres y los niños se encuentran registrados en el programa provincial Peñi, que prevé entrega de alimentos, leche, hierro y otros insumos a chicos de 0 a 1 año, embarazadas y madres que dan de mamar. (Télam)
| Aumentó la cantidad de madres niñas en Bariloche. | | Ampliar Foto | | |
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