Año CXXXVI
 Nº 49.860
Rosario,
lunes  02 de
junio de 2003
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Dos más en una lista que se agranda año a año
Algunos de los asesinos recibieron condenas, incluso a muerte, y otros casos quedaron en una nebulosa

El asesinato de los bonaerenses Ernesto Fondovila y Alberto Ledesma en la ciudad de Miami se suma a la lista de ciudadanos argentinos víctimas de homicidio en Estados Unidos.
En febrero de 1999, la cordobesa Silvina Pelosso, de 16 años, fue hallada asesinada junto a su amiga Juli, de 15, y su madre Carol Sund, ambas norteamericanas, con quienes realizaba un viaje de placer por ese país. Por el triple crimen, el año pasado fue condenado a muerte el guardaparque Cary Stayner, de 41 años.
Todo empezó cuando Juli, su madre Carol, y la adolescente cordobesa organizaron una travesía desde Eureka, en el norte de California, hasta Yosemite, en la zona este de San Francisco. La última vez que se tuvo noticias de ellas fue la noche del 15 de febrero de 1999, cuando Sund habló con su esposo, a quien le dijo que estaban en el parque nacional Yosemite.
Como no tuvo más noticias de ella, el marido de la mujer denunció las desapariciones y la policía comenzó a trabajar en la búsqueda. Semanas después, los cuerpos de Carol Sund y Silvina Pelosso fueron encontrados en el interior de un automóvil incendiado en el fondo de una quebrada. El cuerpo de Juli, en tanto, apareció días más tarde en un campo abierto. Los forenses establecieron que la joven había sido violada y degollada.
Por el crimen, la policía estadounidense apresó al guardaparques Cary Stayner, quien terminó por confesar que había sido el autor del triple asesinato. El homicida fue condenado a pena de muerte en agosto del año pasado. Durante el juicio se estableció que el homicida estranguló a Carol Sund y Silvina Pelosso en el baño de la habitación, mientras que a Juli la secuestró y la mató después.
Hasta que el homicida fue condenado pasaron más de tres años y medio. Stayner recién pudo ser detenido medio año más tarde del triple crimen, cuando mató a una compañera de trabajo del parque nacional.
El 21 de abril de este año, mataron a otra cordobesa en Estados Unidos. Ornella Macari, de 18 años fue asesinada al salir de su trabajo en un local de comidas rápidas de la ciudad californiana de Downey. Se estableció que la chica fue atacada al salir de su trabajo en Burger King en Downey, California, donde residía hace un año y medio junto a su familia.
La policía californiana sospechó desde un principio que la joven cordobesa fue asesinada por una persona que la conocía. Debido al crimen la familia de la víctima decidió retornar a la Argentina.
En febrero del año pasado, en tanto, otro suceso policial involucró a un matrimonio de argentinos residente en Downey, California, la misma ciudad donde vivía la cordobesa Ornella. Gonzalo Martínez, de 26 años, hijo de la pareja, y nacido en Estados Unidos fue acribillado de 34 balazos por la policía en lo que su familia consideró un caso de gatillo fácil.
El joven trabajaba en una fábrica de importaciones en la ciudad norteamericana de Downey junto a sus padres argentinos y uno de sus hermanos y pretendía viajar a la Argentina para radicarse definitivamente en el país.
El hecho ocurrió durante la madrugada del 15 de febrero del 2002, aunque se conoció un mes después cuando un canal de televisión porteño emitió las imágenes captadas por un camarógrafo aficionado, en las cuales se veía el momento en que la policía disparaba contra el muchacho. Pese a todo, el 8 de mayo último, la Justicia estadounidense estimó que no había pruebas suficientes para acusar a policías por el crimen de Martínez. (Télam)


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