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Preocupantes declaraciones

Los gobernantes deben ser muy cuidadosos en sus declaraciones ya que, a través de sus dichos hacen o debieran hacer docencia. Si a cualquier abogado se le exige claridad y precisión en sus expresiones profesionales y que las mismas demuestren su conocimiento de la ley, con mayor razón cabe tales requerimientos cuando un profesional de derecho ejerce la primera magistratura y alude a la Constitución para diseñar su programa de gobierno. Es por ello que son preocupantes algunas declaraciones vertidas por el doctor Kirchner poco antes de asumir y luego en su discurso de asunción. Sus dichos inducen a confusión y aumento de la anomia moral, ya que sostuvo la peregrina tesis -en alusión a los derechos constitucionales conculcados por piqueteros y asaltantes- de que la Constitución hay que aplicarla en su totalidad, con especial énfasis en los artículos 14 y 14 bis. O sea, en buen romance dijo que los derechos a la vida, salud, de propiedad, de trabajar y de circular, de los pacíficos ciudadanos se contraponen con los derechos de piqueteros y asaltantes de que el Estado les dé trabajo, vivienda, buenos ingresos, etcétera. Es decir: unas cláusulas constitucionales son esterilizadas o condicionadas por otras. Este descubrimiento de la cuadratura del círculo es una mezcla de demagogia, populismo, confusión, ambigüedad conceptual y relativismo moral que implica un preocupante presagio de la nueva presidencia. Sólo con el respeto estricto a la ley y fundamentalmente a la ley de leyes, la Constitución, saldremos adelante. Y el carecer de trabajo o de suficientes ingresos no justifica cometer delitos y pisotear los derechos de los demás. Una persona en estado de necesidad sin mengua de su moral tal vez esté obligada a realizar actividades desagradables o mal remuneradas o incluso a mendigar pero sus carencias no la habilitan a robar o dañar. Y los gobernantes deben ser muy medidos en sus declaraciones para no fomentar ni justificar directa o indirectamente conductas antisociales. No a la impunidad.
Raúl Ghione