Un grupo de ladrones fuertemente armados tomó por asalto en la madrugada de ayer el cementerio privado El Prado, en la localidad de Pérez, para apoderarse de 2.500 pesos en efectivo, computadoras, teléfonos y otros equipos de comunicación. Los delincuentes se mostraron tan profesionales como despiadados, porque desactivaron el sistema de alarma y antes de escapar le dispararon un balazo en una pierna al sereno, para evitar que pidiera auxilio a la policía.
Según informaron voceros policiales, el atraco ocurrió poco después de la 2.30, cuando la banda se presentó en el cementerio ubicado sobre la ruta nacional 33, a pocos metros del límite entre Pérez y Rosario. A esa hora, la única persona que estaba en el lugar era el sereno Ricardo Toepke, de 29 años, quien pintaba una reja en el sector de la intendencia.
Al parecer, el empleado fue tomado de sorpresa por la espalda por dos o tres hombres que lo encañonaron con un arma de fuego. Los delincuentes llevaron a Toepke hasta el edificio donde funciona la administración y que queda sobre el ingreso principal al predio. Las fuentes consultadas señalaron que los ladrones conocían el lugar y que tenía conocimientos sobre el funcionamiento de alarmas porque lo primero que hicieron fue desactivar el sistema de alerta con que cuenta el edificio.
Con conocimiento
Después trabajaron con comodidad. Tomaron seis computadoras completas, dos impresoras, tres handys de comunicación y 2.500 pesos que estaban guardados en el cajón de uno de los escritorios. "Es evidente que sabían lo que querían, porque en el caso del dinero fueron directamente al cajón", describió un vocero de la investigación.
Cuando tuvieron el botín en su poder y estaban a punto de retirarse, uno de los miembros de la banda tuvo un gesto de inusual desprecio cuando tomó de un brazo al sereno y lo llevó hasta otra oficina. Allí, con el objetivo de inmovilizar a la víctima, le descerrajó un disparo en la pierna derecha. Luego cerró la puerta con llave. "Según declaró la víctima, le dispararon sin ningún motivo antes de salir", añadió la fuente.
En el momento en que la gavilla estaba en plena retirada, uno de los maleantes, al ver que el muchacho había quedado herido, le arrojó la llave de la puerta a través de una ventana y un teléfono inalámbrico. Toepke se pudo comunicar luego con la policía y con los titulares de El Prado, que llegaron al lugar enseguida. La víctima tuvo que ser internada en un sanatorio privado, donde diagnosticaron que la herida no era de gravedad. El caso está en manos de la Brigada de Investigaciones y la seccional 22ª de Pérez.
La Ciudad
