La agresión de una madre contra una maestra, a la que le golpeó la cabeza contra una pared varias veces, dentro de una escuela primaria de Bariloche, en horario de clases y al término del acto del 25 de mayo, generó una honda conmoción en todo el ámbito educativo de la ciudad. En principio las autoridades escolares intentaron contener la repercusión del caso dentro de la comunidad educativa de la escuela, pero ayer el hecho trascendió.
La dirigente del gremio docente, Virginia Caracoche, señaló que la mujer agresora, que tiene a varios chicos propios y de su pareja en la escuela, discutió con la maestra, quien intentó apaciguarla, pero igual resultó víctima de su agresión.
"La maestra no tiene lesiones graves, pero está conmocionada. No se anima a volver a la escuela por temor a sufrir alguna nueva agresión", dijo Caracoche.
A su vez la directora del establecimiento, Alicia Pérez, quien también confirmó el hecho, evitó de dar detalle alguno referido a sus motivos y resultados. "Yo entiendo que cada vez que pasa algo así perdemos todos. Por eso insisto en alternativas de diálogo y consenso para resolver conflictos", señaló desde su casa, en donde se encuentra de licencia por enfermedad.
Agregó que "la escuela no es ajena a lo que pasa alrededor. Y temas de violencia como éste se trasladan a su interior. Nada justifica que una persona le pegue a otra. Justamente tenemos un proyecto en marcha que se llama Hablar hasta entendernos. La problemática es grave y día a día intentamos resolverla".
La escuela 295 está rodeada de uno de los barrios de mayores carencias de Bariloche, donde también se registran a diario sucesos policiales de gravedad.
Tanto dentro como fuera del establecimiento son comunes los hechos de violencia que envuelven a sus alumnos.
El año pasado se registró uno de los más llamativos, que incluso tuvo repercusión nacional: el referido al hallazgo en la mochila de un alumno de sexto grado de una pistola calibre 22 con municiones.
Violentas peleas
Fuentes del Consejo Provincial de Educación (CPE) explicaron que además de las regulares peleas -cada vez más violentas- entre los chicos, "es una de las escuelas con mayores roturas por vandalismo que hay en Bariloche".
Una feroz pelea entre dos de sus alumnas el año pasado, que tuvo lugar a media cuadra de la escuela, movilizó a autoridades a convocar a toda la comunidad educativa del establecimiento.
Porteros, docentes, padres y alumnos acordaron así un "contrato de convivencia", que hasta esta semana fue el regulador de todo conflicto vinculado a la escuela.
Ese entendimiento fija pautas de conducta y establece sanciones para quienes las trasgreden: entre otras, el trabajo fuera de hora de alumnos que protagonizan hechos de violencia en el análisis de esos sucesos; la limpieza de marcas hechas en las paredes, y la reparación de roturas.
Pero dentro de esas previsiones no figuró la posibilidad de una agresión como la sucedida el martes último, por lo que la controversia desatada en la escuela aún resuena sin encontrar una solución fundada en el diálogo.
"Yo tengo una responsabilidad mediadora en el conflicto, por lo que no puedo adelantar una opinión. Hay muchas versiones del mismo hecho y espero que en la medida en que se calmen los ánimos vayamos encontrando la solución", señaló Alicia Pérez. (Télam)
La Ciudad
