El brigadier Jorge Alberto Chevalier asumió ayer como nuevo jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, en reemplazo del teniente general Juan Carlos Mugnolo, quien dijo estar "sorprendido" por los cambios en la cúpula militar dispuestos por el presidente Néstor Kirchner. Además, estimó que "podría haber habido" otra manera "mejor" de llevarlos a cabo. Mugnolo advirtió que "puede llevar un par de años" recomponer la conducción, aunque se manifestó de acuerdo con las palabras del jefe del Estado en cuanto a que los militares no deben opinar de política. Chevalier fue puesto en funciones por el ministro de Defensa, José Pampuro, en un acto realizado en el Patio de Armas del Edificio Libertador, ante la presencia de los actuales jefes de las tres fuerzas y de otros en retiro, entre ellos el general Ricardo Brinzoni, quien concurrió con su uniforme militar y llegó tarde a la ceremonia. Luego de pronunciar su discurso de despedida, Mugnolo, visiblemente emocionado, se abrazó con Brinzoni, quien fue su subordinado en el Ejército. Entre los presentes se encontraban el sucesor de Brinzoni, Roberto Bendini, y los jefes de la Armada, almirante Joaquín Stella, y de la Fuerza Aérea, brigadier Walter Barbero. En su discurso, Chevalier puso de manifiesto que "el rol de las Fuerzas Armadas es, ante todo, la defensa nacional, entendiéndose por tal la defensa de todo el patrimonio del Estado, comenzando por su territorio". "No obstante -agregó- también es cierto que los tiempos demandan particulares adaptaciones", lo que exige -dijo- "apoyar con todo nuestro esfuerzo las políticas que se determinen para la obtención de los objetivos nacionales". Entre las metas a alcanzar, el nuevo jefe dijo que "redoblaremos los esfuerzos profundizando la integración con las fuerzas de los países vecinos y amigos dentro del marco político-militar del Cono Sur". Dirigiéndose a sus pares y subordinados, sostuvo que "vivir una situación de cambio no debe causar preocupación, pues no significa más que una instancia en la vida militar", por lo que instó a "no sumirnos en el desaliento, y mucho menos quedarnos inmóviles". Por su parte, Mugnolo, al ser consultado por la prensa, admitió que le "sorprendieron" los masivos cambios en la cúpula militar y, ante una pregunta sobre la manera en que éstos fueron llevados a cabo, respondió: "Podría haber habido otra mejor". Dijo con respecto a Brinzoni, a quien calificó de "buen amigo", que no comparte su visión sobre el tema. "Creo que los militares no tenemos que opinar de política", aseveró, aunque luego aclaró: "De política partidista, cuidado, porque hay una política de Defensa donde nosotros podemos actualizarnos y podemos opinar, como yo he opinado". "Es nuestra responsabilidad, como asesores del poder político, decir: «Miren señores, esto no es lo adecuado, esto está superado». Esto es una cuestión administrativa, no es política", explicó. Aclaró que "los líderes militares están formados para servir al poder político, independientemente de quién lo represente.
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