Año CXXXVI
 Nº 49.858
Rosario,
sábado  31 de
mayo de 2003
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cartas
Desbordes del Canal Ibarlucea

Tal como antiguamente ocurría en Empalme Graneros y la cuenca del arroyo Ludueña, periódicamente se desborda el canal de Ibarlucea. Las vecinales Alberdi Oeste (Francisco Lain), Empalme Graneros y Los Cedros permanentemente han solicitado al gobierno de la provincia, a la intendencia de Rosario y al Concejo municipal que solucionen el acuciante problema que afecta a más de 400 familias que por el desborde deben ser evacuadas. Sin tener hasta ahora respuestas positivas, aduciendo que no está en el presupuesto o que la obra se debe financiar con los fondos de Recursos Hídricos de la Nación, que lamentablemente no llegan, las obras a realizar son: ampliación y profundización del canal, eliminación de los puentes y reemplazarlos por otros más anchos y que tengan más capacidad de evacuar las aguas. Ante la tragedia de Santa Fe, vuelve la lógica preocupación de los que viven en la cuenca del Ibarlucea. Porque han cambiado totalmente las condiciones climáticas, pues las precipitaciones pluviales han aumentado en forma alarmante, hoy ya no nos asombra que haya lluvias de 300 o 400 milímetros. Para colmo de males arrecian en pocas horas y los desagües no se han acondicionado. Por lo tanto pienso, con la experiencia de más de 30 años de lucha en Empalme Graneros, en Numain (Nunca Más Inundaciones), que tal como lo hizo dicha institución se debería unir a todas las vecinales, comisiones, para encolumnarse tras un plan aceptable para terminar con dicho problema. Es también preocupante y peligroso para el barrio Fisherton R, que aún no se haya terminado la ampliación y profundización del arroyo Ludueña, desde Jorge Newbery hasta la presa contenedora. Cuando el agua llega del sur de Santa Fe pasa por la presa sin ningún inconveniente. Pero a 300 o 400 metros se convierte en un arroyito de dos o tres metros de ancho y casi sin profundidad, por lo mismo su desplazamiento es muy lento y desborda fácilmente, perjudicando al mencionado barrio, al Golf Club, al aeropuerto, al autódromo, al barrio Aldea y a todos los que viven a la vera del arroyo, por lo tanto es urgente que se termine dicha ampliación. Esta carta es un llamado a las instituciones y a las personas que estén dispuestas a trabajar para conseguir que se terminen las obras y llevarles tranquilidad a los barrios afectados.
Leonildo Foresto


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