El gobierno intentó ayer poner paños fríos a la polémica que generaron las declaraciones del titular del Banco Central, Alfonso Prat Gay, quien consideró como "un disparate" la preferencia manifiesta del presidente Néstor Kirchner por un dólar a 3 pesos. Así, el ministro del Interior, Aníbal Fernández, le restó interés a las polémicas expresiones, al considerar que es el presidente quien debe analizar con el número uno del organismo de control monetario "de qué se está hablando".
"Yo no le asigno mucho valor, porque las expresiones que por lo menos conozco yo, no son todo lo profundas que se pretende exhibir", indicó Fernández.
Prat Gay habló el jueves durante un seminario realizado en la Universidad Hebrea de Jerusalén, en Buenos Aires, y consideró que las expresiones del presidente Kirchner en cuanto a su preferencia por mantener el dólar a tres pesos "es un enorme disparate", a la vez que afirmó que el FMI "define" la política económica en la Argentina, además del Ministerio de Economía y la entidad que él preside.
Horas después de su discurso, el BCRA mediante un comunicado oficial, intentó relativizar sus declaraciones matinales señalando que "en un tono coloquial se refirió a la imposibilidad de predecir cuál será en el futuro el tipo de cambio de equilibrio en un determinado país".
"La política del Banco Central, tal como lo ha repetido Prat Gay en numerosas oportunidades, es la de fijar metas de inflación y no de tipo de cambio. La preocupación no es el valor del dólar sino el valor del peso", agregó el comunicado.
A pesar de la trascendencia de la polémica, el dólar no tuvo variaciones significativas respecto de los niveles del miércoles y, tanto como en la víspera, los mercados no acusaron ninguna alteración de importancia.
Cautela ministerial
Por su parte, Aníbal Fernández sostuvo que "esto se tiene que analizar detenidamente entre el Poder Ejecutivo y el Banco Central y poner en claro de qué se está hablando".
"Flaco favor se hace cuando tomamos expresiones literales que a lo mejor no son exactamente eso", señaló Fernández, al tiempo que remarcó: "Como mi interés es ir al fondo y no solamente a la forma de lo que estamos tratando, no le asigno más valor hasta que el presidente lo pueda charlar".
En tanto, el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, abogó porque "la mesura predomine y que expresiones tan arrogantes no se repitan".
Fernández reveló que mantuvo un contacto telefónico con Prat Gay, en el que le manifestó que había "sido sacada de contexto esa frase".
Además, adelantó que "no hay motivo para pensar que el presidente quiera tomar una medida" contra el titular del Central por esas declaraciones, y destacó que el funcionario del Central "tiene estabilidad por ley".
De todos modos, consideró que "esta arrogancia no debe repetirse", porque "genera mucha inseguridad, mucha incertidumbre".