Madrid. - El gobernante Partido Popular (PP) y el opositor Partido Socialista (Psoe) se atribuyeron por igual la victoria en los comicios locales y autonómicos (regionales) del domingo en España, que convirtieron a los socialistas en la fuerza más votada a escala nacional pese a que los "populares" lograron más concejales y vencieron en la estratégica lucha por Madrid. Lo cierto es que la pronosticada y sustancial ventaja de votos a favor del socialismo (en torno al 5%) no se produjo, y la diferencia a favor del Psoe redujo a un exiguo 1%.
El secretario general del PP, Javier Arenas, calificó el resultado como un "éxito rotundo" del partido de José María Aznar, al tiempo que emplazó a la oposición socialista a reflexionar sobre lo que llamó un "fracaso" producto, en su opinión, de la radicalización de esa formación. Asimismo, auguró que los "populares" también ganarán los comicios generales de 2004.
Diametralmente opuesto fue el análisis hecho por el líder socialista, José Luis Rodríguez Zapatero, quien destacó lo que consideró "una victoria indiscutible" del Psoe y una derrota de Aznar, que en sus palabras no superó la "reválida" o "plebiscito" que se planteó en estos comicios.
Si bien los socialistas fueron la fuerza más votada y por primera vez en diez años consiguieron desplazar al PP al segundo lugar en número total de sufragios, el partido de Aznar, en contra de los pronósticos, conservó casi todo su poder local y regional.
Cifras finales
Según el resultado final, el Psoe obtuvo el 34,71 por ciento del escrutinio y casi 7,8 millones de votos, mientras que el PP logró cerca de 7,6 millones y un 33,84 por ciento, es decir, perdió por 0,87 puntos y poco más de 200.000 sufragios. El avance socialista se reduciría a unos 100.000 votos de diferencia si se toman en cuenta los sufragios recabados en Navarra por la Unión del Pueblo Navarro (UPN). El UPN es una formación regionalista conservadora asociada al PP de Aznar que con esa etiqueta se presenta en esa región, vecina del País Vasco.
Además, el partido de gobierno obtuvo a escala nacional 23.286 concejales, 371 más que el Psoe, ganó en 35 de las 52 capitales de provincia, se impuso en nueve de las trece comunidades autónomas en juego y revalidó la mayoría absoluta en el ayuntamiento de Madrid, una plaza emblemática que es considerada como indicador del color que tendrá el próximo gobierno nacional tras las legislativas de marzo de 2004.
Lo más doloroso para el PP fue perder, tras 14 años, la mayoría absoluta en la Comunidad (región) de Madrid, lo que abre la puerta de la presidencia regional al candidato del Partido Socialista (Psoe), Rafael Simancas, quien, sin embargo tendría que pactar con Izquierda Unida (IU), algo que se da por seguro. Para el Psoe, por su parte, fue un duro golpe perder el gobierno de las Islas Baleares, arrebatado al PP hace apenas cuatro años gracias a un pacto multicolor con fuerzas izquierdistas y nacionalistas.
En opinión de Arenas, la jornada electoral constató el éxito de los españoles "que apuestan por la reforma y por la serenidad y que rechazan las estrategias radicales de otras formaciones políticas", en alusión al PSOE e IU. "A través de la radicalización y de los intentos de desestabilización del adversario político no se ganan las elecciones en España", sentenció.
Asimismo, consideró que los resultados fueron "claramente, también un éxito personal de Aznar", quien se implicó como ningún presidente del gobierno antes en una campaña de comicios municipales.
Arenas además negó que el desenlace electoral suponga un cambio en la intención de voto de cara a los comicios legislativos de marzo de 2004, en los que Aznar no repetirá como candidato, y pronosticó que el PP seguirá en el poder: "Quienes anunciaban un vuelco político y un fin de ciclo han fracasado. No hay ánimo de cambio en la sociedad".
En palabras de Rodríguez Zapatero, el equipo que dirige asumió la dirección "tras seis derrotas consecutivas" y ha obtenido "una victoria" en este "primer examen", por lo que afronta "con buen pie y un muy buen punto de partida" para los comicios en Cataluña en octubre próximo y las elecciones generales de 2004. En este sentido, resaltó que los socialistas gobernarán a cerca de 18 millones de ciudadanos, frente a los menos de 13 millones que serán gobernados por el PP. "Si hemos conseguido esto a la primera, en la segunda podemos conseguir más", vaticinó. (DPA y Télam)