Después de una agotadora jornada en Buenos Aires, el presidente de Cuba, Fidel Castro, finalmente habló anoche, durante dos horas y media, desde las escalinatas de la Facultad de Derecho ante miles de personas que siguieron el mensaje en que advirtió sobre la teoría de la "invasión preventiva" que puso en marcha Estados Unidos con la invasión a Irak. "El principio de la fuerza como única justificación para realizar este tipo de crímenes es imponer una tiranía nazifacista universal", sentenció Castro mientras estalló la multitud por su descalificación a la forma de actuar del país del norte, el que -dijo- "tiene como destino a 60 países o más que podrían ser el centro de los próximos objetivos". Se preguntó entonces: "¿Qué derecho tiene alguien para amenazar de esa manera a los pueblos?" "Las ideas son las que iluminan al mundo, las que pueden traer la paz al mundo, y la solución al gran peligro de guerra", aseguró entonces para agregar: "Creo en la preminencia de las ideas sobre las fuerzas". En un ida y vuelta permanente con sus seguidores -nadie se animó a arriesgar una cifra de asistentes- Castro accedió al pedido de la gente y habló del Che Guevara, de su trayectoria y de sus cualidades a las que enumeró como "su tenacidad, su inteligencia, su fortaleza espiritual, su constancia..." "La educación es el instrumento por excelencia", destacó después e irónicamente señaló que "en países muy desarrollados hay analfabetos; en ese gran vecino (por Estados Unidos) a nuestra patria hay analfabetos funcionales". "Es la educación la que convierte al animalito en ser humano. Es la educación la que podría vaciar las cárceles, donde están aquellos que nunca llegaron a ella", subrayó. Castro habló ante miles de personas desde las escalinatas de la Facultad de Derecho de la UBA. Por eso, la Avenida del Libertador y algunas calles adyacentes fueron cortadas y se generó una congestión en el tránsito. Fidel, en sus primeras palabras hizo alusión a las relaciones entre la Argentina y Cuba. "No podía resignar la idea de tomar el avión sin venir acá, a hablarles", dijo a los concurrentes. En ese momento hubo vivas al orador y su país. Después la muchedumbre entonó el Himno Nacional Argentino. La cita era para las 19, pero ante la desorganización del acto el aula magna de la facultad fue desalojada para que Castro pudiera grabar su exposición, pero finalmente decidió concurrir y extendió su discurso como habitualmente lo hace en sus discursos en la Habana. Castro empezó a hablar a las 21 y de entrada responsabilizó al embajador de su país -Felipe Pérez Roque- por la desorganización reinante en la Facultad de Derecho. El diplomático se vio obligado a decir ante la atestada aula magna: "Fidel no se irá de Argentina sin hablar con ustedes, pero tendremos que trasladarnos todos afuera, donde podrán verlo por una pantalla gigante con un excelente audio". "El pueblo de Buenos Aires está enviando un mensaje a aquellos que sueñan con bombardear nuestra patria", sentenció Castro que de inmediato expresó "agradecimiento" a los argentinos "por los honores que nos han brindado". La desconcentración de la multitud comenzó al finalizar Fidel su alocución. Eran las 23.30.
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