Gerardo Daniel Martino se despidió el domingo de Libertad de Paraguay con un título bajo el brazo. El Tata dejó la conducción del equipo, tal como lo había convenido anteriormente, luego de que su conjunto le ganase a Guaraní por 1-0, en la final del torneo Apertura, en el que se coronó campeón invicto del certamen, reeditando el título logrado el año anterior. Asimismo, con este título Libertad, además de haberse clasificado por segunda vez consecutiva -y quinta en su historia- a la Libertadores, disputará la posibilidad de competir ante el ganador del Clausura, que se iniciará a mediados de junio, por el título absoluto del fútbol paraguayo, aunque a esta altura ya será con entrenador nuevo, ya que el Tata presentó la renuncia después del partido de ida de la primera final ante Guaraní (habían igualado), por entender que ya había cumplido su ciclo en el club, después de dirigir en la entidad un año y medio. Tras ser llevado en andas al final del encuentro, el Tata habló sobre su alejamiento aunque declinó dar los motivos. "La decisión que tomé está fuera de toda posibilidad de ofertas de trabajo en otro lugar. Incluso rechacé hace 30 días la de Chacarita Juniors por cumplir mi contrato como corresponde. No niego que, después de esto, se pueda dar un nuevo compromiso de trabajo en otra entidad, pero por ahora me tomaré mi descanso y luego decidiré sobre mi futuro". Libertad además, junto a Guaraní, por ser finalistas de la competencia, son los representantes paraguayos para la segunda edición de la Copa Sudamericana 2003. Libertad, que cumplirá 100 años de vida el año próximo, es uno de los clubes tradicionales de Paraguay y logró muy buenos resultados desde su regreso a primera división, en 2001. Durante dos temporadas, 1999-2000, militó en la segunda categoría por única vez en su historia. Antes de este paso por el fútbol paraguayo, el Tata había dirigido a Platense, Brown de Arrecifes e Instituto en el por entonces Nacional B. Esa final ante Guaraní marcó el final del ciclo Martino en Libertad. Pero el Tata se despidió de la mejor manera: siendo nuevamente campeón.
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