El segundo ciclo se verá hoy, a las 22, por Canal 5

"Los Simuladores", un rompecabezas que apela a la inteligencia del telespectador

El guionista del envío, Damián Szifrón, sostuvo que los libros triplicarán la originalidad de los del año pasado

Pedro Squillaci / La Capital

"Los simuladores" se convirtió el año pasado en la serie de culto de la televisión argentina. Con ingenio, buen humor, guiones inteligentes, historias bien contadas, un tratamiento distinto de la imagen y actuaciones convincentes se consolidó en la pantalla. Y ahora va a revalidar ese prestigio en una segunda temporada que se inicia hoy por Telefé, y se verá todos los lunes, a las 22, en Canal 5. "Este año triplicamos la libertad creativa del primer ciclo", dijo a La Capital Damián Szifrón, el guionista y director del unitario. "«Los simuladores» es un rompecabezas que apela a la inteligencia del telespectador", indicó el ideólogo del programa que protagonizan Diego Peretti, Martín Seefeld, Alejandro Fiore y Federico D'Elía.
Cuando un problema es de difícil resolución nada mejor que llamar a "Los simuladores". Ellos son Mario Santos (D'Elía), encargado de logística y planeamiento; Emilio Ravenna (Peretti), responsable de las caracterizaciones; Pablo Lampone (Fiore), en técnica y movilidad; y Gabriel Medina (Seefeld), en investigación. Cada uno moverá las piezas suficientes para desarrollar un ejercicio de simulacro que encamine un conflicto hacia una salida airosa.
Con esta propuesta el envío se alzó con ocho candidaturas a los próximos Martín Fierro (en entregarán el 3 de junio), y no son pocos los que anticipan que son candidatos firmes a alzarse con el Oro. Estos últimos, y definitivos, 13 capítulos llegan con una mejor producción, con el agregado del perro Betún, y con una brigada B para casos menores. El capítulo de hoy mostrará cómo actúan los cuatro simuladores ante un caso de injusticia originado por una empresa de medicina prepaga.
-¿Qué tuvo "Los Simuladores" para pegar tanto?
-Creo que la gente tiene naturalmente un gusto por la ficción en el sentido mas puro de la palabra. Y por ahí las historias de aventuras era algo que estaba medio abandonado. Todo se reducía a algo mas barrial o tradicional como la telenovela, y de pronto este programa fue el regreso de algo que hace mucho no se veía, tiene que ver con un mundo que excede al que uno conoce. Hay universos con nazis, rusos, extraterrestres, que uno tiende a verlo más en pelis extranjeras que en la tele. Y esa combinación hizo que, junto a una factura técnica y actoral buena, diera resultado.
-¿Ustedes la consideran una miniserie de culto, o sólo de un tratamiento más inteligente que otros envíos?
-Inteligente es. La trama lleva a eso, porque se trata de poner en práctica operativos de simulacro que incluyen la astucia, lo lúdico, lo intelectual, la investigación sobre personajes dañinos y la puesta en práctica de operativos que puedan resolver ese mal que provocan. Aquí hay un rompecabezas que apela a la inteligencia tanto de los que escribimos como del telespectador. Por lo demás, también puede ser de culto, ojalá. Puede haber ingredientes especiales, como los cuatro caminando bajo la tormenta, que los hace superhéroes (risas) y les da una identificación particular.
-¿Qué tendrá el nuevo ciclo?
-Es muy difícil llevar a cabo este programa. El problema era cómo sorprender cuando la idea ya se conoce y cuando la gente ya espera algo. Y bueno, ahora tomamos todos los recaudos posibles, lo más seductor es que me pongo nuevos límites para desafiar, y soy más ambicioso en cuanto a la historia, a los personajes, a los escenarios. En realidad si el año pasado los capítulos tenían libertad creativa, esa libertad este año se triplicó. Ahora se verá algo con más vuelo y más zarpado.
-¿Es fácil o más complejo mantener este tipo de estructura?
-En realidad no es para nada cómodo hacerlo y nos ponemos mucha presión para no acomodarnos, no queremos que sea una cosa que uno hace de taquito. Es muy difícil escribir y grabar cada capítulo, es sacrificado y complicado porque inventás personajes nuevos en cada programa, con conflictos diferentes en cada capítulo. No es como en las tiras en donde un conflicto puede durar dos meses. Acá no. Es como si hicieras una película de James Bond por semana, en vez de una por año.

Los actores Fiore, Seefeld, D'Elia y Peretti con Szifrón.