Los efectos del estrés en la problemática sexual deben tratarse en forma interdisciplinaria y múltiple, afirmaron profesionales de diversas disciplinas que participaron del primer encuentro sobre "Sexualidad en tiempos de crisis", que se realizó durante el fin de semana en Cariló.
Este abordaje del problema debe incluir tanto la prescripción de medicamentos específicos como las distintas técnicas psicoterapéuticas, coincidieron los especialistas durante el cierre de las Primeras Jornadas Nacionales de Diagnóstico y Evaluación de la Problemática Sexual Argentina.
El encuentro reunió en esta localidad a un grupo de psicólogos psiquiatras, sexólogos, clínicos, urólogos, endocrinólogos, cardiólogos y biólogos. La reunión de ayer fue para informar de las conclusiones de los debates previos, pero las preguntas de los periodistas presentes, que originaron respuestas no coincidentes entre los profesionales, la convirtieron en un nuevo debate, que luego los participantes decidieron dejar abierto para continuar en un próximo encuentro.
Polémica sobre el Viagra
Las consultas y diversas posturas hicieron que el eje de este nuevo debate fuera el uso del sildenafil, droga conocida como Viagra, aunque en este caso los profesionales la mencionaban como Magnus, que es la marca con que la comercializa un laboratorio que participó de la organización del encuentro.
Pese a este auspicio y a la posición de algunos de los médicos en favor de su prescripción, fue coincidencia de todos que no se reunieron para promocionar el uso de ésta ni ninguna otra droga y que también advertían sobre los efectos negativos de su uso con fines "recreativos". De esta manera definieron la actitud de quienes, sin tener problemas sexuales, utilizan sildenafil sólo para experimentar nuevas sensaciones, para intentar mejor performance o por simple adicción a las pastillas.
Sobre el tema específico del encuentro, en principio se explicó que la crisis genera, entre otras cosas, inseguridad y miedo, y que ese miedo, que en algunas situaciones es una respuesta que protege, se transforma en una tortura y genera anticipación negativa, tensión muscular y parálisis.
En este marco, explicaron, se enfatiza la influencia del estrés en los niveles de tetosterona, que normalmente aumenta frente a estímulos eróticos pero en este caso disminuye ante estados emocionales depresivos, ansiosos y de estrés en general.
Como forma de colaborar en la restitución de las vías del placer de los pacientes, la propuesta de mayor aceptación entre estos profesionales fue el abordaje interdisciplinario y múltiple, que incluya tanto la prescripción de medicamentos específicos como las distintas técnicas psicoterapéuticas.
Una de las sintetizadoras del encuentro, Clara Abate, explicó que "se ha comprobado que la neuroplasticidad, o posibilidad de regeneración de las neuronas deterioradas por el estrés, se logra con la combinación de los dos abordajes, los medicamentos y la palabra".
"En un contexto de crisis -siguió- se profundizan estados emocionales anteriores y se generan nuevos. En general se observa un incremento de la exigencia que los sujetos nos imponemos para el logro de rendimientos cada vez más altos, y de allí que el pacientes le demande al profesional un respuesta rápida y eficaz".
Esta psicóloga especializada en educación sexual advirtió que "esta necesidad inmediata lleva a que algunas personas se automediquen abusivamente, poniendo en riesgo su salud, por lo que es necesario que los profesionales implementen respuestas acordes".
Sobre las consultas más frecuentes en el marco de la crisis, un documento emitido al final del encuentro indica que "abarcan un espectro que va desde crisis personales, crisis de pareja, infidelidad, angustia, desamparo, insomnio, hasta diferentes trastornos de ansiedad, ataques de pánico y fobias".
Las respuestas posibles, indicaron, son medicamentos de probada eficacia, nuevos abordajes psicoterapéuticos más rápidos y eficaces en el corto plazo que apuntan al alivio del dolor psíquico producido por los síntomas psicosomáticos. Entre estos métodos "se propone el logro de alivio a través de medios no convencionales, como cambios en la alimentación, ejercicios físicos, recreación y creatividad, entre otros", agrega el texto.
Compromiso del terapeuta
Sobre el terapeuta, aclara luego, "está también atravesado en su subjetividad tanto para la crisis social como por las planteadas por los pacientes".
"Frente a esto reafirmamos los valores intrínsecos de nuestra tarea. A saber: respeto, responsabilidad, empatía (ponerse en el lugar del otro), compromiso para solucionar el dolor del paciente, creatividad en la búsqueda de soluciones y esperanza para volver a empezar", concluye el documento.
El encuentro, que constó de dos jornadas, de debate y de conclusiones, en ese orden, se desarrolló en una hostería de Cariló, organizado por la Sociedad Argentina de Sexualidad Humana y el laboratorio Sidus, en el marco de su programa de clínicas sexuales. (Télam)