Mariano Bereznicki / La Capital
Sería bastante absurdo hacer un análisis profundo porque la realidad indica que es imposible hallar algún punto de concordancia entre Central y Oriental. Cada uno vive un presente muy distinto. Lo de los canallas es sumamente interesante y una tentación irresistible a empaparse con esta campaña que vienen desandando con éxito en la Rosarina. Y no sólo porque ayer los auriazules ganaron 3 a 0 y continúan siendo los cómodos punteros, sino además porque traen a cuestas una mochila cargada de sorpresas, para muchos atípica para este fútbol moderno. La bipolaridad que exhibe el mapa de la Rosarina marca la tendencia y presente que envuelve por estas horas a dos de los 16 equipos que compiten en el torneo Gobernador Molinas. Central se ha erigido en una verdadera máquina de cosechar puntos. Y Oriental, con todas sus limitaciones como fruto del recambio de jugadores, no pudo hacer nada ante tamaña diferencia que los separa. Los canallas no sólo terminaron goleando a los aurinegros sino que también ratificaron por qué son los únicos invictos. O porque de local aún no han recibidos goles, además de ser el conjunto menos goleados (2) del campeonato. Por algo será que encima es el que más veces ganó (5) en este Apertura. No hay duda de que Central es el principal candidato para quedarse con este certamen, más allá de que recién haya transitado la mitad del camino. Ayer fue demasiado equipo para la defensa de Oriental. Y a pesar de que en el primer tiempo Central haya merecido irse al descanso en ventaja, apenas tuvo que conformarse con el tonto consuelo de haber sido el único que generó peligro. Pero en el segundo tiempo lo liquidó. Los aurinegros ya no tuvieron la suficiente reacción en sus piernas y mentes para obstaculizar los embates canallas y encima se fueron de la cancha sin haber producido una jugada seria. Y así fueron llegando los tres goles. Primero fue el defensor Hernán Muzzolón quien abrió el marcador con un zapatazo terrible al ángulo de Escobar. Después la Pantera Negra Rubén Molina clavó el segundo con mucha frialdad. Y el ingresado Osvaldo Aquilano sentenció el marcador, después de aprovechar un puñado de rebotes dentro del área chica. Desde que empezó el torneo, Central no hace más que ganar. No en vano es el líder del campeonato.
| |