Año CXXXVI
 Nº 49.852
Rosario,
domingo  25 de
mayo de 2003
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Cambio de mando. El filósofo traza un mordaz análisis de la política
Tomás Abraham: Argentina, entre la sopa tibia y la decadencia
Dice que es un anacronismo ridículo pensar que con Kirchner puede volver la mística de los años setenta

Walter Palena / La Capital

Tomás Abraham, al contrario de otros pensadores, tiene la rara virtud de ser uno de los intelectuales argentinos que lleva la filosofía a un terreno común, sencillo y entendible. Muchas veces habla y escribe en caliente, sin esperar que transcurran los acontecimientos para luego describirlos desde las alturas. Esa metodología se reivindica en "Pensamiento rápido", un libro de su autoría que compila notas publicadas en diversos medios.
A pocas horas de la asunción presidencial, Abraham dialogó con La Capital sobre las primeras actitudes de Néstor Kirchner, el poder en la sombra que ejercerá el duhaldismo, los indultos y el rol de la oposición en el nuevo entramado político.
-Kirchner asume con el 22% de los votos y, en esa aparente debilidad, ya le comenzó a mandar fuertes mensajes a los banqueros, a EEUU y al FMI. ¿Es sobreactuación o un acto de honestidad sobre cómo manejará el gobierno?
-Es una pavada. Hay cosas que se hacen y no se dicen; cuando se dicen es porque no se van a hacer ni se podrán hacer. Desgraciadamente en nuestro país siguen dando resultados bravuconerías que hace rato que en el mundo hacen reír. Los chistes sobre argentinos valentones son de los que más éxito tienen en la etnohumorística. Espero que al menos en este sentido Kirchner no se parezca a Tristán.
-¿Existe una fuerte identificación con el ideario peronista en el armado del nuevo gabinete? Algunos hasta hablan de una rémora setentista.
-El peronismo hace tiempo que no existe como ideario ni doctrina: pertenece al cuaternario. Lo que sí hay es una confederación de padrinos. Por supuesto que hay quienes ya están dando la voz de alarma porque dicen que volvieron los montoneros, y otros que cantan la marchita porque sienten lo mismo. Es una pobre muestra de la ridiculez nacional. Esa épica setentista no existe hace mucho. Vivimos tiempos de decadencia y de sopas tibias. No vendría mal pensar algo nuevo. Estamos hartos de anacronismos.
-¿Cree que Kirchner va a estar dominado por Duhalde, o es un alineamiento temporal ya que de otra manera no hubiese podido arribar al ballottage?
-El melodrama entre Chirolita y Chassman recién comienza. Soy parte de la hinchada del Chirolita en contra de Chassman. La señora Hilda González y su comparsa, en nombre del ausente, pondrá palos en la rueda toda vez que pueda y una vez que se apaguen los aplausos de una hipócrita bienvenida. Cuando Duhalde dice que hay Kirchner para ocho años, nos está diciendo: "No sé si lo habrá por cuatro". La bajada de Menem fue el mayor éxito de Duhalde; lo dejó a su pupilo sin el 70% anunciado.
-¿Cómo imagina el posicionamiento de Carrió y López Murphy frente al nuevo gobierno?
-Creo que Carrió se desdibujará en una oscilación insípida. No sabe si estar de acuerdo un poquito, mucho o nada con este gobierno. Si a este gobierno le va mal por izquierda, es decir porque su progresismo fracasará, la gente no querrá saber nada de más izquierdosos y la Carrió no sacará ninguna ventaja. Y si le va bien por la izquierda, ella estará de más. López Murphy será la nueva Carrió: acusará día y noche el desmadre nacional.
-López Murphy se autoproclamó líder de la oposición, pero ni siquiera va a estar presente en el traspaso del mando. En un país normal existen estos actos de respeto institucional, amén de lo protocolar...
-López Murphy habla en nombre de los que consideran que nuestro país hubiera podido ser Canadá, Australia o Nueva Zelanda, lástima que nos faltaron maoríes, alces, canguros y lopezmurphies. Pero si lo piensa así, al menos debería copiar los respetos de aquellas culturas.
-Mucho se habla de recomponer los vínculos entre sociedad y Estado. ¿Piensa que los indultos desvirtúan la verdadera dimensión que la sociedad debe tener sobre la Justicia? Para expresarlo de manera brutal: "Yo puedo hacer lo que quiera, total me van a indultar".
-Los indultos y (la estatización de) Lapa para mí son una misma moneda con dos caras. Un guiño a los militares para el futuro, y un negocito de última semana. La moneda tiene el valor de decir: "Yo que no fui elegido y que me voy porque eligieron a otro, igual hago lo que quiero".
-En los 90 predominó la convertibilidad, con un excesivo protagonismo de Cavallo. ¿Cree que con la constante ponderación de Lavagna se corre el riesgo de volver a un discurso único y dominante?
-Ojalá que Lavagna tenga el coraje que tuvo Cavallo, aun para hacer desastres. Porque lo menos que puede reconocérsele a Cavallo es que no le huía al bulto. Se dice que Lavagna aceptó seguir con Kirchner por arreglo con Duhalde. Este pacto lo mantiene en el Ministerio de Economía por unos meses, hasta fin de año quizás, para luego retirarse o ser el nuevo canciller, función de poco o ningún desgaste. Se guardaría para sus ambiciones futuras junto a Duhalde. Ojalá que haya un lavagnismo y no una berretada politiquera más.
-Cuando ganó la Alianza en el 99 todos pensaban en la muerte política de Menem. ¿Ahora sí es el fin, o -como dice Carrió- el menemismo es parte de nuestra cultura, la imagen que nos devuelve el espejo como sociedad?
-Creo que Menem seguirá en la política, y será autoridad en el Movimiento Nacional Justicialista. El menemismo es parte de nuestra cultura, el alfonsinismo también, y otros ismos también.


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