Quedaba alguna duda, ayer en el Monumental quedó confirmado: este River Plate parece condenado a ganar la mayoría de los partidos sufriendo. Esta vez, el que lo complicó más de la cuenta fue Banfield, al que le ganó por un 2 a 1 tan apretado como valioso y necesario.
Fue una victoria clave porque ahora se viene Boca Juniors en la Bombonera, una parada clave en la lucha por el campeonato.
El primer tiempo jugado por River fue decididamente flojo. Dormido o impreciso, se vio superado por Banfield en el desarrollo casi de principio a fin. Se fue al descanso en ventaja simplemente porque acertó en una de las contadas ocasiones con que llegó con peligro al área visitante.
Habían transcurrido apenas 10 minutos cuando River, por ese entonces apático y frío como la tarde, encontró el 1 a 0 tras una muy buena jugada colectiva, ajena al nivel de juego exhibido por el equipo. Fernando Cavenaghi tocó para Daniel Ludueña, el Hachita habilitó a Eduardo Coudet y éste mandó un centro que Darío Husaín recibió de espalda al arco. El ex Vélez metió un enganche notable y después la colocó suave junto al palo derecho.
Tres minutos más tarde, el conjunto local comenzó a comprobar que la fortuna estaría de su lado: un cabezazo cruzado de Roberto Colautti impactó en el palo derecho. Sobre los 30, después de un resbalón de Horacio Ameli y Jorge Cervera en la puerta del área, Walter Jiménez sacó un remate medido que dio en el poste izquierdo.
Contra toda lógica, el Taladro ejerció el dominio territorial y de la pelota durante la mayor parte de la etapa inicial. Tal vez le faltó animarse un poquito más.
Con todo, el equipo local dispuso de dos chances más para convertir. En una, Coudet le puso una asistencia bárbara a Luis González, quien perdió en el mano a mano con Enzo Noce. Y en la otra, Darío Husaín se escapó solo con la pelota en un contragolpe y al enfrentar al arquero tiró una gambeta larga y después se tiró en la búsqueda de un penal que Oscar Sequeira no compró.
Ya en el último minuto del capítulo inicial, José María Buljubasich debió esforzarse para mandar al córner un tiro de Colautti desde afuera del área.
Aunque siguió sin jugar correctamente, River consiguió el 2 a 0 en el arranque del segundo tiempo. Cavenaghi recibió llamativamente solo y definió con clase, dejando atrás una racha negativa en la que los arcos se le habían cerrado.
El partido seguía siendo chato y con escasas emociones, hasta que, a los 27, Colautti la tocó corto al gol y el suspenso se tornó intenso. Pero, ya quedó dicho, a Banfield le quedaban pocas balas en el cargador y River logró resistir y quedarse con tres puntos fundamentales en la puja por el título.
Eso sí: para ganar en la Bombonera deberá jugar mucho más de lo que lo hizo ante Banfield. (DyN)
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La Ciudad
