Jerusalén. - El primer ministro israelí, Ariel Sharon, desbloqueó ayer los esfuerzos para poner fin al derramamiento de sangre en Medio Oriente, al afirmar que su país está dispuesto a aceptar los pasos delineados en un plan internacional de paz con los palestinos. En tanto el presidente estadounidense, George W. Bush, impulsor clave del plan, dijo que consideraría reunirse con Sharon y su colega palestino, Mahmoud Abbas, también conocido como Abu Mazen, si esto puede hacer avanzar la iniciativa denominada Hoja de Ruta. "Estoy explorando si debo o no reunirme con el premier Abu Mazen así como con Sharon", dijo Bush en Crawford, Texas. "Si una reunión significa avances hacia que los dos Estados vivan lado a lado en paz, consideraré firmemente tal reunión".
La oficina de Sharon dijo horas antes que la iniciativa de paz será puesta en consideración del gabinete israelí, que se reunirá mañana.
Una aprobación en esa instancia allanaría el camino para una cumbre de Bush con Sharon y Abbas, sobre la que se ha estado especulando se produciría durante un viaje que realizará el presidente a Europa a principios de junio. Entre las sedes posibles de la cumbre se ha mencionado a Ginebra y al centro turístico egipcio de Sharm el-Sheikh, en el mar Rojo, dijeron funcionarios.
Israel hizo el anuncio de su disposición después de que Washington dijera que tomará en cuenta las observaciones israelíes al plan, cuando éste comience a ser aplicado. El secretario norteamericano de Estado, Colin Powell, advirtió sin embargo que el plan en sí mismo no será cambiado.
El plan, redactado por EEUU, las Naciones Unidas, la Unión Europea y Rusia, incluye concesiones recíprocas orientadas al establecimiento de un Estado palestino independiente en el año 2005.
Los palestinos ya han aceptado el plan, pero Israel se había mostrado reacio, exigiendo que previamente los palestinos desarticulen a los grupos responsables de los ataques suicidas con bombas y del levantamiento de casi 32 meses por la independencia palestina.
Sharon había buscado un compromiso público de EEUU a considerar las preocupaciones israelíes. Powell y la asesora nacional de Seguridad estadounidense, Condoleezza Rice, hicieron tal compromiso ayer en un comunicado, en el que indicaron que las reservas israelíes serán tratadas cuando el plan sea aplicado. "No estamos planeando hacer ningún cambio al plan de paz", dijo Powell en una conferencia de prensa en París.
Diferencias
Si Sharon somete al plan de paz a una votación en su gabinete, podría enfrentar una dura pelea, pues los miembros de extrema derecha de su coalición se oponen radicalmente a la creación de un Estado palestino y al congelamiento de los asentamientos judíos en tierras palestinas. Pero fuentes políticas dijeron que Sharon, quien ganó una resonante reelección en enero, podría lograr el apoyo mayoritario de su gabinete. Sharon se ha negado a suavizar el control militar en las áreas palestinas hasta que Abbas tome medidas enérgicas contra los militantes responsables de una ola de ataques suicidas contra los palestinos.
Abbas, un político moderado que asumió el nuevo cargo de primer ministro palestino el mes pasado, ha prometido refrenar a los militantes pero dijo que sus esfuerzos eran perjudicados por la demora israelí en aceptar el plan de paz.
Ayer, en un nuevo episodio de violencia, militantes del grupo islámico habas hicieron explotar una bomba cerca de un autobús israelí en un camino próximo al asentamiento judío de Netzarim, en la región central de la Franja de Gaza, hiriendo levemente a ocho personas. En el campo de refugiados de Yabaliya, Franja de Gaza, enmascarados anunciaron que la organización palestina Hamas se atribuyó el ataque, al que catalogaron como un mensaje para mostrar a Israel que mientras mantenga la ocupación seguirá la resistencia. (Reuters y DPA)