El gobierno pedirá perdón al Fondo Monetario Internacional (FMI) por no vetar la suspensión por 90 días de las ejecuciones hipotecarias, una decisión que traba la aprobación de la segunda revisión de las metas acordadas con el organismo, según adelantó ayer el ministro de Economía, Roberto Lavagna. En su carácter de futuro ministro de Néstor Kirchner, el funcionario anunció que iniciará lo más rápido posible las negociaciones con el Fondo y para ello invitará al director gerente del organismo, Horst Köhler, a la Argentina para la primera ronda de conversaciones. "En estos casos de incumplimiento corresponde pedir un waiver (perdón). Ahora el FMI sabrá si lo otorga o no", señaló Lavagna en declaraciones en el Palacio de Hacienda. El ministro reconoció que, al no vetarse la suspensión de los remates, "se incumplió" con una de las metas acordadas con el Fondo Monetario en enero pasado. "Pero en acuerdos de este tipo, hay waivers sobre temas grandes, como incumplimientos en metas fiscales o monetarias y otros menores", razonó el titular de Economía. "Creo que en este caso, ante el esfuerzo que viene haciendo la Argentina, el incumplimiento es menor", agregó. En tanto, explicó que la decisión de mantener la suspensión de los remates hipotecarios por 90 días alcanza un número de casos que oscila entre los 11.000 y 16.000 afectados, "menos del uno por ciento de los créditos del sector. Tal vez el Fondo crea que eso es un mal antecedente para el cumplimiento de pautas futuras, pero no es así, este es un tema puntual", aseguró. "Hoy hemos decidido, después de una charla con el presidente electo Néstor Kirchner, que tenemos que empezar las negociaciones de lo que sigue a partir de septiembre lo más rápido posible, e incluso que sería muy bueno que en el inicio de las mismas tengamos una visita del director gerente del FMI, Horst Köhler", remarcó Lavagna. Las declaraciones de Lavagna se conocieron apenas 24 horas después de que el Fondo Monetario, a través de su vocero Thomas Dawson, alertara que aún quedan cuestiones pendientes de resolver antes de aprobar la última revisión del acuerdo alcanzado con el gobierno de Eduardo Duhalde, entre las que destacó especialmente la nueva postergación de las ejecuciones hipotecarias. Dawson hizo referencia a las dos últimas líneas del punto 30 del entendimiento que le permitió a la Argentina diferir los vencimientos hasta septiembre, el cual puntualiza que "durante el período del programa, no se aprobará ninguna ley u otro instrumento jurídico que permita una suspensión involuntaria de los derechos de los acreedores". "El presidente electo ha dicho claramente que no vetará la ley que suspende las ejecuciones hipotecarias y, en cuanto a futuras negociaciones con el FMI, la idea básica es obtener más tiempo en términos de la deuda que viene del pasado", señaló Lavagna durante una conferencia de prensa en el Palacio de Hacienda, luego de firmar un acuerdo con el Banco Mundial por 500 millones de dólares (ver aparte). De esta manera, el ministro volvió a ratificar el compromiso de evitar nuevos endeudamientos y en esta línea, se propondrá al FMI la firma de un nuevo acuerdo, a partir de septiembre, que incluya plazos más extensos para el pago de la deuda. Es más, el jefe de la cartera de Hacienda admitió que "el proceso de negociación con el FMI está en una situación de absoluta normalidad". Con estas afirmaciones, el ministro intentó ponerles paños fríos a ciertos cruces que en los últimos días se registraron con el FMI y lo llevaron a repetir en varias oportunidades que "no hay que olvidarse de que Argentina ya demostró que puede vivir sin el acuerdo con el FMI". El contraataque del FMI no se hizo esperar: decidió dejar fuera de agenda una reunión del directorio para tratar el caso argentino. Esta vez, lejos de provocar una nueva fricción, el ministro Lavagna bajó los decibeles y dejó abierta la posibilidad de que el propio director gerente del organismo multilateral visite la Argentina. "La intención de contar con la presencia de Köhler en la Argentina es independiente a las invitaciones que les estamos cursando al presidente del Banco Mundial (BM), John Wolfensohn, y al titular del Banco Interamericano de Desarrollo (Bid), Enrique Iglesias", indicó Lavagna. La idea no es otra que presentar en sociedad a las máximas autoridades de los organismos multilaterales de crédito con los funcionarios de la flamante administración encabezada por el presidente electo, Néstor Kirchner. En cuanto a la estrategia que adoptará la administración entrante para relacionarse con estos organismos, Lavagna reconoció que se manejará el concepto básico de no contraer nuevas deudas. "Es nuestro interés ir pasando progresivamente de créditos de carácter general o estructurales, a otros que se encuentren ligados a proyectos de inversión", admitió Lavagna. De todas maneras, el titular del Palacio de Hacienda destacó que este cambio estratégico que se implementará para la política económica "va a llevar su tiempo".
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