| | En Elortondo la inundación viene de abajo El pueblo ha quedado casi incomunicado debido al afloramiento de las napas. La ruta 90 está cortada
| Silvia Carafa / La Capital
Elortondo. - Esta localidad padece una de las formas más complejas en que se manifiesta en todo el espectro de la crisis hídrica que afecta a la provincia: la del agua subterránea. Silenciosa y más difícil de controlar, los efectos de las napas altas sólo se hacen visibles cuando afloran a la superficie. Pero entonces suele ser tarde, como ahora que ya se desmoronaron unos 120 pozos ciegos y se resquebrajaron los vidrios en estructuras cuyos cimientos van cediendo. El presidente comunal Ernesto José Luis Lombardi calificó a la situación como muy preocupante. "Las napas se elevaron y si bien no somos técnicos pensamos que quizás eso sucede por las lagunas La Picasa y Melincué", comentó. Además dijo que están cediendo los cimientos y los vidrios de las ventanas se parten, como ocurrió en los edificios de dos clubes y un residencial. Lombardi dijo que hace unos cuatro meses comenzó el hundimiento de los pozos, pero el cariz que ahora está tomando la situación, los lleva a plantear el problema con mayor énfasis. También dijo que su distrito recibe el agua que drenan Venado Tuerto y Carmen, pero aclaró que el líquido de escurrimiento no es el que les quita el sueño, sino el aumento en el nivel de las aguas subterráneas. "Eso es lo que vamos a plantear ante el gobierno provincial para tratar de encontrar una solución", comentó. Los efectos del agua también se hacen sentir en los caminos internos de la localidad y en los rurales que están "destruidos". El cuadro se torna más complejo si se tienen en cuenta las dos salidas que tiene la localidad. Elortondo está ubicado a unos 17 kilómetros de la ruta 33, pero dicho acceso en estos momentos está casi intransitable. "Estamos haciendo el mantenimiento desde la comuna y hace doce años que venimos reclamando para una repavimentación", comentó. "El único ómnibus que entra al pueblo, el Central Alcorta, nos está haciendo un favor por el peligro de romper los vehículos, igual pasa con los proveedores", explicó. Días atrás los vecinos de esta localidad habían planteado que un viaje en remís hasta la ruta 33 cuesta el doble por el riesgo potencial de rotura de los autos. Por ahora el acceso sólo se reparará a través del bacheo con los materiales que la comuna local recibe desde la provincia. La otra ruta a la que pueden acceder los pobladores, es la provincial 90, que ahora tiene un tramo bajo agua. Este anegamiento impide llegar a Melincué, distante unos 17 kilómetros, usando está vía de comunicación. El otro tramo de esta misma ruta, es decir los 25 kilómetros que llevan hacia ruta nacional 8, será repavimentada. Lombardi dijo que la noticia la recibió del propio director de Vialidad provincial, José D'Ambroggio. "Nos dijo que en junio empezarían las obras", finalizó Lombardi.
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