El juez correccional Adolfo Claverie procesó por usurpación de cargo a la ex concejala Ruth Atkinson. La joven había ocupado la banca de Jorge Boasso a fines de 2001, cuando el cuerpo rechazó el ingreso del usandizaguista por "incompatibilidad ética y moral" ante su doble función de concejal y ejecutor fiscal de la Afip. Pero meses después, la Cámara Contencioso Administrativa ordenó la restitución de Boasso y Atkinson se aferró a su banca, por lo que el usandizaguista la terminó denunciando. Ahora, los representantes legales de Atkinson podrán apelar la resolución del juez. De este modo se abre un nuevo capítulo del culebrón que desde hace más de un año mantiene enfrentados a Boasso y Atkinson, quienes alguna vez integraron la misma lista de candidatos y hasta hicieron campaña juntos. Todo comenzó a fines de 2001, cuando el Concejo Municipal rechazó el ingreso de Boasso al cuerpo por "incompatibilidad moral" por su doble función de concejal y ejecutor fiscal, incluso de empresas que prestaban servicios al municipio. El usandizaguista había logrado su reelección tras haber cosechado 22 mil votos, pero la decisión del cuerpo le impidió su ingreso. Ese fue el momento propicio para que entrara en escena la ignota Ruth Atkinson, una joven que por entonces tenía 22 años y ya era conocida en el Palacio Vasallo por ser la hija de la concejala Gloria Sotelo, en cuyo bloque se desempeñaba como asesora. "Mis abogados están trabajando, Atkinson se va a tener que ir porque la Justicia me va a permitir el ingreso", vaticinaba por esos días un enfurecido Boasso. Y su pronóstico se cumplió cinco meses más tarde, cuando la Cámara Contencioso Administrativa ordenó su restitución y la salida de Atkinson. Ese fue el comienzo de otro verdadero sainete que ahora inaugura un nuevo capítulo. "La verdad es que la actitud de esta chica (por Atkinson) fue bochornosa. Se ató a la banca y la vio todo Rosario. Una persona no puede arrogarse un cargo", aseguró ayer Boasso, luego de conocer el procesamiento que el juez Claverie le dictó a la joven militante radical. Es que cuando el usandizaguista se dispuso a retomar su banca en mayo del año pasado, Atkinson literalmente se atrincheró en la poltrona. Los dos protagonistas concurrieron a las reuniones de comisiones arrogándose los mismos derechos, el Concejo no sesionó por falta de quórum y los ánimos se recalentaron al máximo. Todo terminó el 27 de junio pasado y con un gran papelón. Atkinson llegó temprano y se sentó en su banca sabiendo que el desalojo era inminente. Afuera, policías y funcionarios judiciales atestaron los pasillos con la intención de hacer cumplir la resolución que le devolvió la banca a Boasso. Y un descuido fatal de Atkinson la dejó afuera: salió a tomar un café, la policía le cerró el paso y se quedó sin banca. Pero Boasso ya la había denunciado por "usurpación de cargo" y ahora Claverie la procesó. "La decisión del juez me dio mucha satisfacción", admitió ayer Boasso, al tiempo que volvió a cargar contra su joven rival: "Es una chica que nunca tendría que haber estado en política", consideró. Ahora, los abogados de Atkinson podrán apelar la decisión del juez, con lo que el enfrentamiento de los antiguos compañeros de militancia podría tener otro nuevo capítulo.
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