Año CXXXVI
 Nº 49.851
Rosario,
sábado  24 de
mayo de 2003
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Free jazz con acento inglés
El saxofonista George Haslam toca esta noche en Rosario junto a El Umbral

José L. Cavazza / La Capital

El saxofonista de free jazz y productor discográfico inglés George Haslam está otra vez en Argentina. Como tantas otras veces, en los últimos 12 años, en que se calza al cuello la correa del pesado barítono y se viene a tocar con algunos de sus amigos argentinos, esta noche llega a Rosario para acompañar a los integrantes de El Umbral en un concierto que se realizará a partir de las 22, en el Café de la Opera, Laprida y Mendoza.
Conectados por el lenguaje del jazz, Haslam se sumará como invitado especial del grupo rosarino acompañado por el instrumento que hizo célebre Gerry Mulligan.
-¿Qué encontró en sus viajes a la Argentina?
-Lo que más me atrajo durante todos estos años fue la oportunidad de tocar mi música para un público nuevo y fresco. Desde entonces hice algunos buenos amigos argentinos y sobre todo me encontré con una forma de vida que me gusta mucho.
-¿Cómo era el escenario londinense de los 60 cuando usted era un joven clarinetista y saxo tenor?
-En los años 60 yo vivía en el norte de Inglaterra, donde nací, y tocaba en grupos de rhythm and blues en ciudades como Manchester y Liverpool. Muchos grupos salieron de esas ciudades, probablemente el más conocido se llamó los Beatles, pero bueno... yo tocaba jazz y blues.
-¿Cuando escuchó al saxo barítono?
-Después de empezar con el saxo tenor a mediados de los 50, siempre me atrajo el barítono. Fue en 1980 cuando finalmente compré mi saxo barítono.
-¿Por qué se inclinó por el free jazz?
-Realmente no me interesó tocar free jazz hasta que me mudé a Oxford a fines de los 70. Ahí escuché y conocí algo de los músicos que improvisan y aprendí lo sincera que era su música, por lo que sentí la necesidad de conocer más y tocarla.
-¿Cómo definiría a su propio sonido?
-Es difícil decirlo. Puede ser diferente a cómo te describirían los demás. Algunos críticos lo llamaron "terrenal". La boquilla que yo uso le da un sonido más suave al saxo, incluso en el registro más bajo. Debo decir que cuando preparo la prueba de sonido siempre prefiero un sonido que reproduzca el sonido acústico del instrumento con efectos minimales. Pienso que es fabuloso cuando escuchás la primera nota y reconocés al músico. Esto es muy importante en el jazz y la música improvisada, donde los músicos más interesantes se están expresando ellos mismos, no tratando de recrear la música de los maestros del pasado.
-Usted creó el sello discográfico de jazz Slam Records, ¿Cómo funciona?
-El sello se fundó originalmente en 1989 para editar música anticomercial que yo quería grabar. Ahora hay cerca de 80 CDs en el catálogo, la mayor parte free jazz británico, pero con algunos artistas importantes de los Estados Unidos y otros países, especialmente Argentina. Muchos de los discos están producidos como "una aventura en común", en la cual es necesario que los artistas encuentren una pequeña cantidad de fondos.
-¿Qué diferencia hoy al jazz estadounidense del europeo?
-No estoy seguro. Hay mucho intercambio entre los músicos de los dos continentes. Creo que en los dos casos la tendencia está demasiado marcada hacia la "educación jazzera", es decir a aprender a cómo improvisar en secuencias de acordes, saber sobre "el negocio" y el desarrollo de una carrera. Esto está muy lejos del ambiente en el cual el jazz nació y donde florecieron los músicos más creativos.



El inglés George Haslam, un virtuoso del saxo barítono.
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