Año CXXXVI
 Nº 49.851
Rosario,
sábado  24 de
mayo de 2003
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Condenaron a un golpeador a cumplir tres años de prisión
Agredió cuatro veces en pocos días a su ex esposa, que denunció los ataques

Golpeó una vez, lo detuvieron y salió excarcelado. Lo hizo por segunda vez y sucedió lo mismo. Reincidió dos veces más y después de la cuarta golpiza lo dejaron detenido y le iniciaron un proceso judicial. Un año y medio después de aquella feroz sucesión de ataques contra su ex esposa, un hombre acaba de ser condenado a tres años de prisión por las agresiones.
Según el juez que intervino en el caso, Julio Kesuani, hay pruebas irrefutables de que los golpes existieron. Son las sucesivas pericias realizadas por los médicos forenses, que constataron cada una de las lesiones que quedaron como secuelas de los golpes en el cuerpo de la víctima.
Hay otro elemento que lo comprometió seriamente: como ya había antecedentes de agresiones contra la mujer, un juez civil le había prohibido que se acercara a ella. También había sugerido que se sometiera a un tratamiento para curar su tendencia a las agresiones físicas. Pero él violó sistemáticamente la prohibición, ignoró la recomendación de que tratara de curarse y la castigó una y otra vez hasta que finalmente lo detuvieron.
Los cuatro ataques ocurrieron en menos de 20 días. La primera vez lo hizo con un palo y la golpeó en el pecho. Después vinieron los otros tres episodios con diferencia de días. El agresor los negó sistemáticamente pero las marcas en el cuerpo de la víctima y el relato de un par de testigos terminaron probando que las golpizas existieron.
Para llegar a esta condena, que todavía no es cosa juzgada porque él insiste que es inocente y pidió una revisión a un tribunal superior, resultó indispensable la actitud de la víctima: la mujer denunció cada uno de los ataques y sólo la acumulación de antecedentes permitió la detención del ex marido y la interrupción de los castigos.
"Es lo que hay que destacar en este caso. Muchas mujeres son víctimas de este tipo de ataques y sin embargo no lo denuncian", dijo a La Capital un operador del sistema judicial. La repetición de las denuncias fue clave: si la mujer hubiera dejado pasar uno de los episodios, su ex marido no hubiese quedado detenido porque las lesiones leves -la causa por la que lo acusaron y condenaron- es un delito excarcelable en la medida que el sospechoso no tenga antecedentes.
"Muchas veces se critica a la Justicia porque supuestamente no castiga este tipo de conductas. Pero también es cierto que la gran mayoría de estos episodios jamás son denunciados, o sólo son reportados en forma aislada, y así es muy difícil probarlos y sancionarlos", dijo un funcionario judicial cercano al juez Kesuani.
El hombre condenado tiene 47 años y algunos antecedentes penales. Su ex mujer se lo contó a la policía cuando fue a hacer una de las denuncias. "No tiene un oficio bueno, se dedica a robar autos y hacerlos desaparecer", les dijo. A principios de los años 90 ya lo habían condenado a una pena en suspenso por otro delito y lo habían declarado reincidente: significa que por entonces ya registraba una sanción penal anterior. Ahora, en caso de que el veredicto sea confirmado por la Cámara Penal, no tendrá escapatoria: tendrá que estar preso hasta cumplir los tres años.



(Ilustración: Chachi Verona)
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