Año CXXXVI
 Nº 49.849
Rosario,
jueves  22 de
mayo de 2003
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Capitán Bermúdez
Detuvieron a una pareja por la muerte de una nena de 18 meses
La criatura tenía golpes en la cabeza. Sospechan del padrastro y de la madre

Una beba de 18 meses murió en un dispensario de Capitán Bermúdez, presuntamente tras haber sido golpeada, por lo que la Justicia ordenó la detención de la madre y su compañero, quienes están sospechados de homicidio.
El episodio ocurrió a las siete y media de la tarde del martes en una humilde casa de material de Leopoldo Lugones 121, de Capitán Bermúdez, donde vivía la criatura, Luciana Méndez, con su padrastro, Sebastián Edgardo Godoy, un cartonero de 29 años, y su madre, Carolina Celeste Méndez, de 21.
La familia relató que Luciana comenzó a ahogarse, por lo que Godoy la tomó en sus brazos y corrió en búsqueda de su suegra, que vive en otra precaria vivienda ubicada en la parte posterior y a la que se llega por un extenso sendero de tierra. En ese momento, según esa versión, la madre de la nena no estaba en la vivienda.
Luciana ingresó poco después en el centro vecinal Villa del Prado, de General Paz 242, con un paro cardiorrespiratorio. Los esfuerzos de la médica pediatra Patricia Cirilo por salvarle la vida resultaron en vano. "Llegó prácticamente muerta. Le hicieron técnicas de reanimación y se le suministró oxígeno, pero llegó con el último aliento de vida y falleció", explicó Alicia Rey, enfermera del centro asistencial.
Los médicos que atendieron a la nena detectaron hematomas en su cabeza y dieron aviso a la policía ante la certeza de que estaban frente a una muerte dudosa. Más tarde un médico policial comprobó las lesiones en la frente y en el parietal izquierdo y derecho de Luciana.
Ayer a la tarde, parado sobre el mejorado embarrado de Lugones al 100, el padre de Carolina Méndez intentaba balbucear una explicación acerca del suceso. "No sé qué pasó. La nena estaba con vida cuando la llevaron al dispensario", dijo, conteniendo el llanto.
El hombre rehusó hablar "hasta no tener más información" y aunque deslizó algunas interrogantes acerca del suceso, no apuntó a ningún sospechoso. "Yo quiero saber qué pasó. No me voy a callar porque sea pobre", aseguró.
Una de las dudas del abuelo de la nena podría comenzar a aclararse a partir de la necropsia realizada en el Instituto Médico Legal de Rosario, ordenada por el juez de instrucción de San Lorenzo Eduardo Filocco. "El informe de la autopsia indicó que tenía golpes en la cabeza que habría sufrido unas cuarenta y ocho horas antes de la muerte y las lesiones le causaron convulsiones", explicó una fuente policial.
Un rato después, en la puerta del dispensario Villa del Prado, una prima de Carolina Méndez explicó que Luciana tenía frecuentes "broncoespasmos" y había sido atendida en el Policlínico Eva Perón de Granadero Baigorria y en el hospital de Capitán Bermúdez. "Ayer (por el martes) la habían llevado al médico y le habían indicado que le hicieran nebulizaciones", comentó.
"Carolina no estaba y él (el padrastro) dijo que Luciana se ahogaba. Entonces la levantó para ayudarla y la nena se golpeó la boca contra su rodilla", agregó.
Según indicaron los familiares, Méndez está embarazada de seis meses y su único sostén es el ingreso que recibe a través de un plan Trabajar. El martes a la noche, cuando estaba en el dispensario, guardó silencio frente a la policía cuando su marido repetía que "no había golpeado" a la nena, contó una testigo.
Ayer la pareja estaba detenida e incomunicada en la Alcaidía de la Unidad Regional XVII de la departamental sanlorencina a la espera de ser indagados por el juez Filocco.



El barrio El Zanjón, donde vivía la pareja con la nena.
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