Año CXXXVI
 Nº 49.848
Rosario,
miércoles  21 de
mayo de 2003
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Hogares sin humo
Los niños expuestos al cigarrillo son más propensos a contraer afecciones respiratorias. Una neumonóloga recomienda a los mayores no fumar en casa

Belén Travesaro / La Capital

El humo del cigarrillo aumenta el riesgo de que los niños padezcan neumonías, bronquitis, asma, otitis, síntomas respiratorios crónicos y hasta cardiopatías en la adultez. Ellos son los principales fumadores pasivos, ya que aspiran involuntariamente el humo de los adultos que los rodean. El riesgo aumenta en las embarazadas que fuman, por cuanto pueden perjudicar la salud del feto, provocándole daños irreversibles en su desarrollo.
La jefa del Servicio de Neumonología del Hospital de Niños Víctor J. Vilela, doctora Nora Díaz, recomienda a los padres no fumar delante de sus hijos. "En niños con tendencia a las afecciones respiratorias, como el asma y los broncoespasmos, el tabaco es el principal desencadenante de un cuadro agudo, mientras que en quienes ya tienen alguna afección, agudiza los síntomas", dijo. "En todos los casos -agregó- predispone a contraer afecciones respiratorias".
No sólo contamina el humo que despide el fumador, sino también el que queda en el ambiente. Cada cigarrillo desprende más de 3.000 productos tóxicos, que tardan varios días en eliminarse en un ambiente cerrado. Así se produce la acumulación de un día para otro.
Si bien Díaz consideró la exposición al tabaco como el principal riesgo ambiental dentro del hogar, no es el único. La especialista también mencionó a los aerosoles y los sahumerios, que muchas veces son utilizados para extraer el olor del cigarrillo. "Recomiendo ventilar los espacios y no usar ninguno de estos productos, porque también son humos que contaminan el ambiente", dijo la neumonóloga.

Aire puro
En el marco de la consulta médica, la profesional recomienda indagar acerca del medio en que vive el niño para detectar si está expuesto a contaminantes ambientales. La información sobre la descripción del medio, el número de personas que habitan en la casa (el hacinamiento puede ser perjudicial) y si tiene animales (y en caso que lo tengan, dónde duermen), entre otros, sirven para iniciar un trabajo educativo. "Le explicamos a los padres acerca de la importancia de que en su hogar se respire aire puro, ya que esto favorece el tratamiento del niño que padece problemas respiratorios". Y al respecto citó como ejemplo el caso de un niño con broncoespasmos al que se le recetan nebulizaciones: "si continúa expuesto al cigarrillo, la terapia no dará buenos resultados", dijo Díaz.
En lo inmediato, la contaminación del ambiente a causa del humo del cigarrillo produce en el niño un cuadro respiratorio. Aunque también los efectos se miden a largo plazo, ya que según la especialista, "lo predispone a padecer cardiopatías en la adultez".
Los efectos perjudiciales se incrementan en la mujer embarazada. Según algunos estudios, la embarazada que fuma perjudica la salud del feto provocándole daños irreversibles en su desarrollo. "Es frecuente que el bebé nazca desnutrido, porque el cigarrillo produce una vasoconstricción que ocasiona la disminución del riego sanguíneo que alimenta al feto", explicó la neumonóloga. A ello se agregan el riesgo de partos prematuros, o en el peor de los casos, el aborto.
Asimismo, la especialista recomienda a los adultos que decidan seguir fumando que "nunca lo hagan cuando los menores estén presentes".

Consejos prácticos
Por último, la doctora Nora Díaz ofreció una serie de consejos a los padres para generar ambientes saludables para los niños: \* Airear los ambientes y evitar fumar dentro de la casa. Ventilar, abrir las ventanas y que entre el aire y el sol.
* Si se tiene un hijo con alguna enfermedad respiratoria, no utilizar una estufa a leña porque es contaminante. Conviene usar un calefactor eléctrico.
* No utilizar aerosoles o sahumerios en el hogar, porque también contaminan.
u Las embarazadas no deben fumar. El cigarrillo es especialmente nocivo en los primeros meses de gestación.
* Si la mayoría de la familia es fumadora y hay un niño con afección respiratoria, convencer a todos para que no fumen dentro de la casa. Plantearlo como una recomendación del médico que lleva adelante el tratamiento.



El humo aumenta el riesgo de neumonía y de bronquitis. (Foto: Celina M. Lovera)
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