"Dogville", del danés Lars von Trier, con Nicole Kidman en el protagónico, recibió mejor respuesta por parte de la prensa especializada, en comparación con el otro filme que ayer entró en concurso en el festival de Cannes, "Carandirú" del argentino naturalizado brasileño Héctor Babenco.
El festival saludó con un estruendoso aplauso a "Dogville", un extenuante y estimulante experimento cinematográfico. Las casi tres horas que duró el filme no espantaron a los espectadores de la primera proyección pública de ayer.
El filme, primera parte de una trilogía sobre el alma femenina, en este caso centrada sobre la violencia que sufre a manos de la sociedad y la merecida venganza que se toma, fue rodado en alta definición con la participación en la producción de al menos la mitad de las cinematografías europeas.
Igual que su anterior filme, "Bailarina en la oscuridad", "Dogville" está ambientado en un Estados Unidos imaginario, ya que Von Trier jamás visitó ese país por su temor a volar (ver aparte).
Von Trier, que podría obtener su segunda Palma de Oro con esta cinta, afirma que recibe mucha información procedente de Estados Unidos y en "Dogville" ha reflejado todo lo que él percibe de ese país. "Me encantaría iniciar una campaña para liberar a los estadounidenses. Acabamos de tener una para liberar Irak", dijo.
"Eso es lo que siento. Pueden decir que soy un comunista, aunque no lo soy. Pero me gustaría liberar América porque veo mucha mierda allí y esa es la imagen que tengo y a quien no le guste, que haga lo que quiera", agregó en la presentación de la película ante la prensa.
En un marco agobiador por la injusticia se desarrolla la triste historia de Grace, joven acosada por una banda de mafioso que halla refugio en una comunidad de montaña, que al principio la ayuda y luego la explota y la humilla aprovechando su situación de desamparo.
Dividido en un prólogo y nueve cuadros con una insistente narración fuera de campo (y la modulada y rica voz de John Hurt) y unos diálogos literarios y teatrales, "Dogville" es un homenaje al teatro filmado de los años 70 del siglo XX.
Nicole Kidman está espléndida en su rol de víctima que termina por tomarse su merecida revancha contra todos los que la humillaron, y viejas glorias del cine, como Lauren Bacall, Ben Gazzara, James Caan y Harriet Andersson, tienen papelitos de apoyo que no echan sombras sobre la protagonista, eje absoluto de la trama.
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La Ciudad
