Año CXXXVI
 Nº 49.844
Rosario,
sábado  17 de
mayo de 2003
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Fue creado en 1969 por el fallecido pintor Raúl Domínguez
Un museo junto al río para conocer todo sobre las islas
Hay vasijas precolombinas de los indios chanatimbú y curiosas embarcaciones

¿Saben los rosarinos que frente a las islas vivían los indios chanatimbú? ¿Que esta tribu de alfareros y cazadores se extinguió definitivamente en 1680? ¿Que con las ostras recolectadas por los isleros se fabricaron hasta la década del 60 los botones de nácar? ¿Y que por estos días los habitantes de lugar transportan por los esteros a enfermos y embarazadas en embarcaciones a las que llaman pelota de cuero? Si la respuesta es no, hay un lugar casi escondido junto al río, donde se pueden conocer éstas y otras tantas curiosidades: el "Museo del Paraná y las Islas", el lugar que creó el fallecido pintor local Raúl Domínguez hace 34 años.
Con una vista privilegiada del río, el museo está ubicado en el ala sur de la Estación Fluvial (Belgrano y Raúl Domínguez -prolongación de Rioja-). Allí se pueden apreciar desde vasijas precolombinas hasta réplicas de los caseríos que construyen actualmente los isleños con distintas técnicas. Los hay con paredes de chilca (un arbusto del lugar) embarrada y con muros levantados con chorizos de barro, mucho más resistentes.
Además, hay unas cien obras del artista que falleció en el 1999 y que fue conocido como "el pintor de las islas" por sus trabajos sobre la geografía y los habitantes del Espinillo, la Invernada y Castellanos, y los seres mitológicos del Litoral. Sobre su obra se refirieron Jaime Dávalos y Quinquela Martín. El músico dijo que Domínguez revelaba a través de sus cuadros "el mundo del agua" y el artista del porteño barrio La Boca dijo que "tenía la virtud de ser el pintor del río; que es la forma de espiritualizar la vida de Rosario".

Flora y fauna
"Tras una visita al museo, rosarinos y turistas pueden formarse una idea de la historia de los habitantes de las islas, de su flora y fauna, y de cómo vive actualmente el isleño", señaló José Mario, hijo de Domínguez, también pintor y director actual de la institución.
En una vitrina se exponen asas zoomórficas de distintos jarros. Todos fragmentos de piezas creadas por los nativos del lugar: los chanatimbú. Además, se conservan dos vasijas intactas. Allí mismo hay auténticas canoas guaraníes de madera con la misma forma de las que usaban los chaná.
Un sector muestra las embarcaciones que usan actualmente los isleños para cazar por los riachos llenos de pajonales y juncales: entre ellas las nutrieras, también conocidas como "faluchos". Y en el mismo espacio varios implementos de la vida cotidiana, desde las "chuzas" (lanzas para pescar) hasta un "rastín", un transportador de carga que se tira a caballo, las trampas nutrieras y un "bendito de paja" (una especie de carpa que levanta el isleño cuando se va de caza por pocos días). Todo un glosario específico de quienes viven a pocos minutos de la ciudad de Rosario, cruzando el río Paraná.
Clemencia, la esposa del pintor Domínguez, quien también trabaja en el museo e invita a recorrerlo, muestra en una pared la exposición de ostras de río y agrega un dato: "Los isleños las comercializaron hasta que comenzaron a venderse más los botones de plástico. Por esa época también vendían la harina y aceite de sábalo. Hoy viven fundamentalmente de la pesca y de la venta de los cueros de carpincho, nutria, iguana y lobito de río".
Una sala acumula animales embalsamados del lugar: chajá (el ave más típica) y patos, también cuices y tortugas de agua. Hay nidos de horneros, zorzales, boyeros, colibríes y camoatíes (avispas), una exposición del proceso de incubación de los huevos de caracoles y una muestra de los escolares de la isla donde entre otras cosas se destaca un collar de huevos de tortuga.
"Las piezas de este museo no tienen gran valor económico, pero sí un enorme valor regional", resalta su director.
Los escolares que lo visiten (ver aparte) podrán llevarse un catálogo a todo color donde se leen datos sobre la flora y la fauna de las islas. Allí podrán enterarse de qué color es el pájaro conocido como el "gallito del agua", por qué el chajá siempre está en pareja o, por el contrario, al biguá no le gusta la compañía. También conocerán los detalles y la leyenda del irupé, al que los isleños llaman "plato de agua".



La réplica de una choza de paja, algunas de las piezas. (Foto: Alfredo Celoria)
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