Suquía, Bisel y Bersa se venden como privados

El gobierno nacional decretó finalmente que los procesos de venta de los bancos abandonados por el grupo francés Credit Agricole (Suquía, Bisel y Bersa) se lleven adelante mediante la ley de sociedades anóminas. El presidente Eduardo Duhalde zanjó así el conflicto desatado la semana pasada entre la Sindicatura General de la Nación (Sigen) y el Banco Central (Bcra) sobre la figura legal en la que debían estar encuadradas las entidades en un nuevo traspaso de manos.
La Sindicatura pugnó para que la venta se desarrolle igual que una privatización, con el argumento de que las tres entidades están bajo el paraguas del Estado. En cambio, el organismo contralor del sistema financiero considera que son bancos privados que deben ser regulados por la ley de sociedades anóminas, y que el estatus actual de las entidades sólo es temporario.
Frente a esta situación, el Ministerio de Economía terció en los primeros para que Duhalde lo resuelva mediante un decreto, y aunque distintas fuentes estimaban que quedaría para el próximo gobierno, ayer fue publicado en el boletín oficial la "aclaración" del gobierno con el número 1.172/2003.
"Aclarese que el Nuevo Banco Bisel SA, Nuevo Banco Suquía SA y Nuevo Banco de Entre Ríos, constituidos de conformidad en el decreto 838/2002, están excluidos de la aplicación de las disposiciones de la ley 24.156", señala el decreto. Y establece que el Banco Nación acordará con la Auditoría General de la Nación la realización de una auditoría de gestión de la actuación de las entidades.
De esta manera, Duhalde a escasos días de su salida del gobierno reactiva los procesos de venta de los bancos, debido a que los interesados habían desensillado hasta tanto no se aclararan las reglas de juego. Fuentes del sector financiero señalaron que los paquetes accionarios de las tres entidades serán vendidas por separado y en distintas etapas.
En primera instancia saldría a la venta el Suquía, después el Bersa y por último el Bisel. La intención de los directivos de los bancos y gobierno, ante la escasez de potenciales compradores, es que los inversores que quedaron desplazados de la competencia por una entidad puedan entra a competir por alguna de las otras.
En este sentido, el Central abrió a comienzos de año un registro para que se anoten inversores interesados que buscan ingresar al negocio de entidades financieras. En esa lista se anotaron dos candidatos que apuntan sus cañones a quedarse con el Nuevo Banco del Suquía: el grupo Roggio (ex propietario de la entidad) y el fondo de inversiones Dinosaurio, liderado por el empresario Euclides Bugliotti.
Los tres bancos regionales son administrados hoy por el Banco Nación desde que el Credit Agricole los dejó librados a su suerte en medio de la crisis financiera de 2002.