Año CXXXVI
 Nº 49.844
Rosario,
sábado  17 de
mayo de 2003
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cartas
Pactos con el diablo

El que pacta o se abraza con el diablo, se pierde y se quema. Así le ocurrió al doctor Fausto por su asociación con Mefistófeles y al ambicioso abogado en la película coprotagonizada por Al Pacino. Y así le ocurre al partido Radical a la luz de los resultados de la elección del 27 de abril último. Es que el radicalismo demasiadas veces ha entrado en pactos o contubernios con el justicialismo declinando sus responsabilidades en el gobierno o como oposición y renunciando a la función didáctica inherente a todo partido democrático de ilustrar a la ciudadanía respecto a los vicios intrínsecos del peronismo: autoritarismo y populismo. Recordemos el pacto Frondizi-Perón, consecuencia golpe del 62; el abrazo Balbín-Perón, efectos desgobiernos de Cámpora e Isabelita y el golpe del 76; Pacto de Olivos entre Alfonsín y Menem, consecuencia segunda presidencia de Menem, la mas controvertida, y pacto Alfonsín-Moreau-Duhalde, resultados: caída de De la Rúa, saqueos y muertes, piquetes, devaluación, pesificación asimétrica, incremento de la pobreza y desocupación, desnutrición, ballottage tramposo, etcétera. Habida cuenta de que tanto el radicalismo como el justicialismo son partidos sin ideología definida en los cuales conviven izquierdistas, centristas y derechistas, o sea equivalen a bolsas de gatos de distintos pelajes pero parecidas mañas (politiquería corrupta, clientelismo), la República sólo progresará cuando como en el Primer Mundo en lugar de estas agrupaciones amorfas haya un auténtico bipartidismo con partidos modernos de centroizquierda (tal vez Carrió) y de centroderecha (López Murphy) que se alternen en el poder, que cuando sean gobierno ejecuten políticas de Estado y cuando sean oposición la hagan con seriedad. Se ha acabado el ciclo para el radicalismo que ha demostrado no servir ni para ser gobierno ni para oposición. Y debe concluir el peronismo, que sólo sirve para perpetuarse en el poder -al igual que el Partido Colorado en Paraguay o el PRI en México- pero que es incapaz de solucionar los problemas nacionales.
DNI 6.033.754


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