La situación por las inundaciones en Santa Fe podría complicarse "si las precipitaciones superan los 60 o 70 milímetros", informó el titular del Instituto Nacional del Agua (INA) de la capital provincial, Carlos Paoli. El experto manifestó que "se habla de un posible agravamiento de la situación ante la perspectiva de estas lluvias, lo que entra en un margen de probabilidades en función del estado de anegamiento en que se encuentra la cuenca de aportes del río Salado". "Al producirse nuevas lluvias con marcas importantes podría registrarse una crecida del río Salado. Lo fundamental es la situación de advertencia, de preaviso, implementar los pronósticos de emergencia a partir del control sobre puntos característicos del norte de Santa Fe y tener con antelación la estimación de un nuevo pico, si es que llega", explicó. "El río Salado seguramente tendrá durante bastante tiempo importantes niveles de altura, porque es el evacuador natural de todos los excedentes de los Bajos Submeridionales. La descarga se realiza regulada debido a la existencia de una gran cantidad de lagunas encadenadas una con otra", subrayó. Al mismo tiempo, explicó que "si sobre ese caudal se producen lluvias, ello genera una subida del caudal del Salado, cuenca que se encuentra en estos momentos saturada de agua y nuevas lluvias podrían tener influencia en su crecida" y recordó que en las crecientes de 1973 y 1998 también se observaron paralelamente lluvias y destacó que "hubo más de un pico, por lo menos dos picos importantes". Paoli aclaró que se trata de una probabilidad, de una hipótesis, pero no descartó que llegado el caso haya que practicar nuevas evacuaciones, especulación que se da en un momento en que las condiciones climáticas generaron verdadera desazón entre los damnificados. El río Salado sigue no obstante bajando y ayer registró 4,95 metros, 1,42 menos que el pico de 6,37 verificado el 29 de abril. A raíz del agua caída el Comité de Crisis dispuso un alerta verde, aclarando que el alerta amarilla se declararía en caso de que la lluvia supere los 50 milímetros. Uno de los sectores con mayor preocupación es el campamento de 40 carpas donadas por el gobierno italiano, ubicado en Salta y Juan Díaz de Solís. Allí el agua penetró por el piso y debieron hacerse canalizaciones de urgencia. El responsable del asentamiento, Carlos Renna, indicó que dispuso la preventiva evacuación de unas 40 personas, en su mayoría mujeres y niños. En el lugar se acumuló mucho barro y a las carpas, que han demostrado no ser totalmente impermeables, se las cubrió con elementos plásticos. Carmelo Bartulen, coordinador del Comité Inter Agencial del Sistema de las Naciones Unidas, manifestó que no era bueno establecer a evacuados en carpas, aunque el ministro de Gobierno, Carlos Carranza, aclaró que la medida es provisoria y aceptó la posibilidad de que un número indeterminado de personas deberán ser alojadas por no menos de seis meses y que podría ser por un año. Sobre el problema de las carpas, Virginia Pellegrini, delegada de la cooperación italiana en Santa Fe, señaló que las unidades son del tipo standar que utiliza las Naciones Unidas para ayuda humanitaria y de las mismas características de las que instalaron en Paquistán y Afganistán. En los barrios de la zona oeste que continúan siendo desagotados -Santa Rosa de Lima, Chalet, San Pantaleón- las bombas trabajan sacando 36 millones de litros por hora y fueron conectadas las dos que envió el gobierno de la provincia de Corrientes. El Centro Operativo de Salud (COS) indicó que se encuentran funcionando 276 centros de evacuados con un total de 49.935 personas alojadas, mientras que anteayer sumaban 59.997. El tránsito por el túnel subfluvial es normal, en tanto la ruta nacional 11, en el sur y norte es transitable; pero continúan cortadas las rutas 4, 70, 6 y la autopista Santa Fe-Rosario puede ser transitada desde Santo Tomé.
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