El diagnóstico fue finalmente el menos deseado. El pibe Iván Borghello tiene una ruptura ligamentaria en su rodilla izquierda y recién podrá volver a jugar a principios del año próximo. De la alegría por haber sido otra vez convocado a primera pasó rápidamente a la desazón porque enseguida se rompió en su segunda práctica y ahora le tocará tener paciencia y empezar de nuevo para volver a las canchas. Borghello fue convocado el martes pata integrarse otra vez al plantel superior y el miércoles chocó violentamente con el arquero de la 5ª división Matías Alassia. El grito de dolor anunció entonces que la lesión podía ser grave y ayer se confirmó. El doctor rojinegro Ignacio Astore le practicó una resonancia magnética que determinó una ruptura en el ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda, lo cual demandará una reconstrucción y la reparación de ambos meniscos que se vieron afectados. Sobre los pasos a seguir, Astore explicó que Borghello deberá estar en reposo por 3 o 4 semanas, inmovilizado con una férula y después se lo intervendrá quirúrgicamente. La recuperación, como ocurre en estos casos, es de 7 a 9 meses, por lo que retornaría a principios del año próximo. La lesión de Borghello es la última de una seguidilla preocupante, ya que Leonardo Ponzio se fracturó un dedo del pie izquierdo (ayer intensificó el entrenamiento y la semana próxima se uniría al grupo) ante Chicago, Fernando Belluschi se fracturó el peroné de la pierna derecha (en dos meses volvería a jugar, está con yeso) en la reserva ante Lanús y Manso volvió a resentirse de la rodilla derecha, aunque ayer ya hizo trabajos de campo y el lunes se sumaría al grupo.
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