Año CXXXVI
 Nº 49.844
Rosario,
sábado  17 de
mayo de 2003
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Una historia repetida. Parte de un eucaliptus se desplomó al lado del hipódromo
Un auto se estrelló contra una enorme rama caída
Desde Parques y Paseos explicaron que esos ejemplares se desgajan con mucha facilidad

Una enorme rama de eucaliptus (comparable a un árbol por sus dimensiones) cayó ayer en el parque Independencia y se sumó a la larga lista de ejemplares caídos en esa zona de la ciudad en los últimos años. El tronco quedó atravesado a lo ancho de la calle Dante Alighieri (la arteria que cruza por delante del ingreso al hipódromo) y fue embestido por un vehículo que circulaba por el lugar cuyo ocupante no sufrió lesiones. El accidente se produjo a escasos metros de donde hace siete meses cayó otro gran ejemplar y derrumbó parte del tapial del hipódromo. El director de Parques y Paseos de la Municipalidad, Eduardo Fornarini, admitió que esta clase de árboles "tiene la característica de desgajarse", y subrayó que el municipio "no aconseja plantar este tipo de ejemplares".
No habían pasado muchos minutos de las siete de la mañana de ayer cuando un Volkswagen que circulaba por el parque se encontró de repente con una gran rama de eucaliptus que atravesaba la calle de vereda a vereda. Y producto de la escasa visibilidad que había a esa hora en la ciudad, la mujer no pudo evitar el impacto. Por fortuna, el accidente no causó lesiones.
Lo que llamó la atención es que la caída no se produjo por causa del viento, sino que -tal cual lo precisó el director de Parques y Paseos- se debió a "una característica del ejemplar".
En efecto, Fornarini explicó que "el eucaliptus es un árbol que tiene la característica de desgajarse", y estimó que esa puede haber sido la causa natural que provocó la caída de la rama.
En tal sentido, subrayó que "el municipio desaconseja la instalación de este tipo de ejemplares. Son árboles que tienen un gran porte y no es adecuado que estén en una ciudad".
Luego precisó que "algunos de esos árboles se plantaron hace casi 100 años, cuando las características de la ciudad eran distintas. Obviamente, la Municipalidad no puede ahora talar todos los eucaliptus del parque Independencia, por eso los controlamos y monitoreamos permanentemente", aclaró.

De nunca acabar
Lo cierto es que la caída de eucaliptus en el parque Independencia no es ninguna novedad. Es más, el derrumbe de un gran ejemplar provocó hace tres años la muerte de dos chiquitos. El árbol se desplomó sobre un pabellón del ex predio ferial de la Sociedad Rural que por aquellos días servía de refugio a un centenar de evacuados que habían escapado de un fuerte temporal. El accidente les costó la vida a dos niños de 4 y 7 años y se cobró otros 30 heridos.
En octubre de 2002, otro eucaliptus volvió a desplomarse. Esta vez el ejemplar cayó sobre un drugstore en Moreno al 1800 y le causó graves heridas a un hombre que había ido a comprar cigarrillos.
Precisamente sobre esa zona de la ciudad se centraron en los últimos días los trabajos de cuadrillas municipales que se dedicaron a realizar escamonda y control de los ejemplares.
Algo es seguro, si bien la caída de estos dos eucaliptus fue causada por fuertes ráfagas de viento, la presencia de esta especie en plena ciudad no es aconsejable.
Es que se trata de un árbol de elevada talla que llega a alcanzar en muchos casos los 70 metros de altura y dos de diámetro y se caracteriza básicamente por su corteza, que se desprende en tiras.
Según aseguró Fornarini, "los del parque Independencia tienen unos cien años. Pero eso no implica que sean árboles viejos, ya que suelen vivir más de 200 años".
El funcionario aseguró que el municipio "controla el estado de los ejemplares para determinar cuáles están en mal estado. Aquellos que están en muy malas condiciones, secos o quebradizos, son reemplazados", indicó, al tiempo que remarcó que "lamentablemente, muchas veces las caídas de ramas o gajos no se pueden prever".
Y eso es lo que le pasó a la mujer que ayer circulaba con su auto por el parque. Por fortuna no sufrió lesiones, pero el tránsito quedó interrumpido por un largo tiempo.



Sin salida. La inmensa rama atravesó la calle Alighieri.
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