Año CXXXVI
 Nº 49.843
Rosario,
viernes  16 de
mayo de 2003
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Procesado por matar de un piedrazo a un motociclista
Tiene 22 años y en septiembre pasado, en Villa G. Gálvez, atacó a Rolando García para robarle la moto

A Ariel Damián Maschio le jugó una mala pasada ser hincha fanático de Boca Juniors. La camiseta y el gorro de la entidad xeneize que llevaba el 28 de septiembre pasado mientras caminaba por un barrio de Villa Gobernador Gálvez les permitió a los testigos identificarlo como el muchacho que arrojó el piedrazo que terminó con la vida de Rolando Mariano García, el motociclista de 20 años, a quien el agresor planeaba robarle el rodado. Ahora, un juez de instrucción lo procesó bajo la acusación de robo seguido de muerte.
Cerca de la 0.30 del sábado 28 de septiembre del año pasado, García se movilizaba en una moto Honda de 50 cc. por Soldado Aguirre entre Liniers y Rosario, de la vecina ciudad. Desde un rato antes, un muchacho vestido con indumentaria de Boca esperaba en la avenida ancha, con veredas rotas, el momento para actuar con una piedra o un adoquín en sus manos.
Cuando el motociclista se acercó, el agresor no dudó. Sin decir una palabra, le tiró el adoquín. El piedrazo impactó sobre el ojo izquierdo de García y el muchacho se desplomó desvanecido al suelo. El ladrón huyó sin concretar su propósito: apoderarse de la moto. Pero la acción delictiva había sido presenciada por algunos testigos.
Con fractura y hundimiento de cráneo García llegó al Hospital Gamen, de Villa Gobernador Gálvez, y de allí fue derivado al Hospital Provincial del Centenario, donde falleció cerca de las 21, cuando los médicos habían decidido llevarlo al Heca para operarlo.
Cuando los pesquisas allanaron la casa de Maschio encontraron indumentarias de la entidad de la Ribera, aunque el hallazgo más curioso que llamó la atención de los investigadores fue el tatuaje "gigantesco" de la Bombonera que tenía en el abdomen. Poco después, dos testigos lo reconocieron en el juzgado de Instrucción número 10, a cargo de Alfredo Ivaldi Artacho, como el muchacho que había atacado a García.
Con esos testimonios, Ivaldi Artacho resolvió el procesamiento de Maschio, de 22 años, a quien en el barrio conocían como Lolo. La figura penal es robo seguido de muerte y para este delito el Código de Procedimientos contempla una condena de 10 a 25 años de prisión.
La sentencia fue apelada por la defensa de Maschio y ahora la Cámara de Apelación Penal deberá resolver si confirma el fallo o lo revoca.


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