Año CXXXVI
 Nº 49.843
Rosario,
viernes  16 de
mayo de 2003
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Lo buscaban por matar a su mujer en Buenos Aires y se escondía en Rosario
Enloquecido por los celos le disparó seis balazos delante de una pareja amiga. Después huyó a esta ciudad

Un hombre oriundo de la provincia de Buenos Aires que era buscado por el brutal asesinato de su mujer, ocurrido en la localidad de Rafael Castillo, fue detenido ayer en la zona sur de Rosario, donde se refugió desde la fecha del crimen en casas de distintos familiares. Quebrado hasta las lágrimas y aduciendo que estaba arrepentido por matar a quien fue el amor de su vida, el imputado no tuvo otra opción que entregarse a la Justicia luego de estar prófugo tres meses.
Walter Oscar Monolo, un gomero de 32 años, fue arrestado por agentes de la Brigada de Homicidios de la UR II a pedido de la Dirección Departamental de Investigaciones del partido bonaerense de La Matanza. Lo acusan por el atroz crimen de su mujer, Sandra Ofelia Reyter, de 26, a quien ejecutó de seis disparos en un arrebato de celos enfermizos, los mismos que ya habían transformado la vida de la mujer en un verdadero calvario.
El homicidio sucedió el 15 de febrero en la casa donde la pareja vivía, en Japón 68 de Rafael Castillo. El crimen fue precedido por una larga historia de maltratos físicos y verbales que el hombre le prodigaba a su mujer por cuestiones pasionales. "El era un enfermo de los celos que siempre le pegaba a su mujer sospechando que lo engañaba", comentó una fuente policial. El dramático cuadro se desencadenó la noche de aquel día cuando Sandra y Walter invitaron a cenar a una pareja de amigos.
Las discusiones no tardaron en aflorar. El hombre confesó luego que le dio rabia la forma en que el varón de la pareja amiga miraba a Sandra. Además creyó percibir cierta correspondencia de parte de su mujer. Entonces montó en cólera y comenzó a insultar a Sandra. La discusión subió de tono ante la mirada estupefacta de los invitados hasta que la situación llegó a su punto máximo y la mujer reaccionó: le anunció a su marido que lo dejaba y que no viviría más con él.
Lejos de tranquilizarse, Monolo agarró un revólver calibre 38 Special y la amenazó: "Si no sos mía, no sos de nadie" y abrió fuego a mansalva. Fueron en total seis balazos que impactaron en distintas partes del cuerpo de Sandra. Toda esa acción ocurrió frente a los amigos, que terminaron escondidos detrás de los muebles ante tamaña reacción.
A partir de ese momento, Monolo escapó y se mantuvo prófugo hasta ayer. La víctima gozaba de un gran cariño por parte de sus vecinos y la falta de resultados en la búsqueda del culpable generó marchas del vecindario en reclamo por el esclarecimiento del hecho.
Los policías de Rosario obtuvieron hace poco el dato de que un bonaerense venía escapando de un crimen. Poco después confirmaron que en Doctor Riva 3737 se afincaba una familia oriunda del partido de La Matanza. Luego de chequear con la Bonaerense obtuvieron la identidad del sospechoso y los pormenores del crimen por el que se lo buscaba. Así, y después de los exhortos judiciales del juez de Garantías 1 y de la Unidad Funcional de Instrucción que intervienen en el caso, se logró una orden de allanamiento que se canalizó por medio del juez rosarino Osvaldo Barbero.
Los agentes de Homicidios llegaron ayer temprano a la vivienda pero no encontraron a Monolo. Sin embargo hallaron un revólver 38 Special como el que figura en el expediente judicial. "Encontrar ese arma nos permitió interrogar más a fondo a la familia y así nos confesaron que el imputado se había cambiado de vivienda cuando sospechó que lo estábamos buscando. Al final lo encontramos en la casa de un tío, en un pasaje ubicado en Liniers al 3900", comentó un comisario a cargo de la búsqueda.
"Cuando lo llevamos se mostró muy acongojado, lloraba y decía estar arrepentido por lo que había hecho. Era el amor de su vida, pero sus celos no permitían que alguien mirara a su Sandra", relató la fuente.


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