Año CXXXVI
 Nº 49.841
Rosario,
miércoles  14 de
mayo de 2003
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Lo que vendrá no es un tango

Evaristo Monti

En 1952, Astor Piazzolla escribió "Lo que vendrá" pero temeroso de ser interpretado por el gobierno como una premonición negativa -lo veía desde su antiperonismo- cambió el título por "Contratiempo". En 1957 hizo finalmente "Lo que vendrá" con cuya interpretación Aníbal Troilo, en 1961, repuso la relación que había quebrado cuando, al escucharlo en su presentación, exclamó: "Pero pibe, esto no tiene nada de tango".
Así, en las alegorías que nos fascinan, tenemos del más genial músico popular argentino la premonición que quiso evitar: lo que vendrá y contratiempo. No está claro si el dólar a $ 2,80 es un slogan de campaña electoral para aparentar solidez pero lo parece porque nadie ignora que a ese precio dura poco y la recaudación dura menos. La única concesión que nos hizo el FMI es imprimir billetes para comprar dólares y subirlo mientras bajan las tasas. Lavagna, que aparenta enfrentar al FMI, gatilla todos los pagos y oculta el pre-acuerdo con exigencias que hoy nadie sabe. Lo que sí se sabe es que, para comer -canasta alimentaria exclusivamente- una familia tipo necesita 329 pesos al mes según el órgano oficial, Indec. Un estudio de igual origen señala que el volumen de mercadería que se vende en estos tiempos es casi 40% menor comparado con antes de la devaluación, pero se paga 14% más. Diría Pitágoras, si pago 114 en vez de 100 por 60 en lugar de 100, casi me han exprimido la mitad. En cuanto a que no se registra inflación puede atribuirse al universo de los bienes computados pero en las góndolas la suba es habitual y salvo que las grandes cadenas vivan un ataque de altruismo agudo, la ruda competencia de descuentos, ofertas y facilidades responde a una sola verdad: la gente carece de recursos para comprar.
¿Hasta cuándo retendrán el dinero de los ahorristas? ¿Hasta cuándo seguirán congeladas las tarifas de los servicios? ¿Habrá aumentos salariales masivos o pactados, tan imprescindibles? ¿Vuelve así la inflación? ¿Los bancos van a quedar como están, los remates hipotecarios nunca se harán, a Bush lo asustaremos con Chávez y Fidel, artífices de la horrenda pobreza de Venezuela y Cuba? Parece que abandonamos a Estados Unidos y nos atamos a Brasil cuyo gobierno sepultó el programa electoral en un violento pragmatismo, arregla con el FMI, ajusta y ajusta las cuentas, financia la industria cinematográfica siempre y cuando las películas hagan propaganda a Lula y expulsa a los legisladores que piensan distinto.
Lula seduce a Kirchner pero es porque el santacruceño no lee revistas brasileñas. Habría leído en "Veja" de abril pasado que Lula sostiene: "No aguanto más a los presidentes latinoamericanos que le echan las desgracias del Tercer Mundo al imperialismo". Y manda a su ministro de Agricultura, Roberto Rodríguez, a desacreditar a los argentinos no sólo porque arancelamos el azúcar de Brasil sino, dijo, "porque se atribuyen el tango pero los máximos compositores y cantores son uruguayos".
Necesitamos estadistas que conduzcan, no choferes que van adonde los lleva el pasajero. Binner descubriendo a Kirchner como "esperanza fructífera" y anunciando que lo votaría viene a darle su aval a Perón: son todos peronistas, dijo el general. También Elisa Carrió que manda votar por el peronista Kirchner en nombre del "mal menor" abandonando su cruzada del "bien mayor". Duhalde transfirió la interna a la general, suprimió el Partido Justicialista en estas elecciones y puede ocurrir un apoyo sin precedentes. Votar en contra es destructivo. No sería equivocado mirarnos en Lagos, presidente de Chile, y Fox, de México, cuya petrolera estatal entró en el manoteo de los fundamentalistas que describe Gore Vidal y que luego de sacar pecho apostando por Irak desesperan por hacer buena letra para recomponer con el gobierno de Estados Unidos que los esquiva.
Algo está enmascarado en la Argentina de hoy porque los gravísimos reproches contra Menem por el manejo de la Justicia son menores de los que hizo Kirchner con el Poder Judicial de Santa Cruz, aumentó de 3 a 5 los miembros de la Corte Suprema, puso de presidente al secretario de la unidad básica "Los muchachos peronistas" que lo obedece, echó al procurador Sosa a quien la Corte Suprema de la Nación ordena reponer sin éxito, nombró jueces amigos y no hay un solo órgano de control pese a haber reformado la Constitución provincial a voluntad. Rafael Bielsa está de acuerdo, obvio.
Jurista brillante, Rafael Bielsa está siempre presente. Con Alfonsín, con Menem, con De la Rúa y seguro con Kirchner. Estuvo con Jassán en el Ministerio de Justicia puestos por Menem y ha defendido a ese cuyano abogado de Yabrán. En la Constituyente del 94, Rafael Bielsa fue el asesor de Cavagna Martínez, tan menemista que renunció a la Suprema Corte para cumplir el Pacto de Olivos y fue a la convención en Santa Fe para reformar la Constitución a fin de habilitar la re-elección de Menem ¡con el furioso anti-menemista Bielsa al lado! Yo estaba ahí compartiendo sus cenas repetidamente ¿qué es esto? Para que Kirchner revelara donde tiene los 532 millones de dólares de la provincia de Santa Cruz un periodista rosarino fue golpeado en Río Gallegos. Bueno, la plata estaba en Estados Unidos, el país maldito pero confiable y cuando vino el loco default de Rodríguez Saá, llevaron la plata a Suiza, donde también descansan los legítimos ahorros del gobernador. La justicia yanqui nos salvó de congelarnos títulos -ha sido más sensible que la nuestra permitiendo el corralito y corralón- pero en Alemania e Italia no parece que tengamos tanta suerte.
Ahora que por todas partes surgen tipos que simulan estar en Bagdad y permanecen en sus domicilios (caso Zicolillo en la revista porteña TXT y Jayson Blair al New York Times) cabe preguntarse si la política no ha pasado a hacerse en lo peor de la simulación, con el oportunismo más desorbitado y el acomodamiento sin rubor. Por eso que opino a favor del sinceramiento del futuro de Carlos Reutemann, instalando ya la reforma constitucional para ser re-elegido. Todo el mundo sabe que Reutemann gana las elecciones y si hacía falta una nueva certeza ahí están las encuestas hechas en la zona del desastre, en una Reutemann suma el 55% y en otra supera a la Iglesia y Universidad juntas al responder quién es confiable para liderar la reconstrucción. Para semejante tarea no basta con el Ente de Reconstrucción en marcha, idea muy buena, mucho mejor que ponerlo de ejecutivo a Juan Carlos Mercier, cuya seriedad administrativa no empece a debilitarle el desguace del Ministerio de Obras Públicas que durante su gestión subsumió en Hacienda, cartera a su cargo. Si Reutemann tiene un experto como Borra a mano.
En estas dramáticas encrucijadas hay que despertar el wit, palabra inglesa que traduce por ingenio pero es algo más, es un ángel, carisma, confiabilidad. Reutemann, que dos veces decidió mal por no contar 10, ahora en mi humildísima opinión debe permanecer al frente del gobierno santafesino y reconstruir desde allí. Será su obra magna. Hay que reformar la Constitución, nada lo impide, salvo egoísmos de perdidosos contrarios a la voluntad popular. Hay que asumir que el hombre que más predicamento tiene en Santa Fe es Reutemann. ¿En el diluvio que viene, en forma de complejidades sociales y económicas, haremos que el capricho venza a la necesidad? Frente al duro contratiempo de lo que vendrá, es suicida prescindir del político más confiable a juicio, claro, de la gran mayoría. ¿A quién sino a esa franja mayoritaria responderemos? La democracia tiende a que la gente sepa a qué atenerse, sabe que Reutemann es confiable aunque dubitativo. Tal vez espante los prejuicios y se asuma. No hay margen para jugar a las escondidas. Dijo un ocurrente rosarino: ¿Vos sabés qué tiene pensado hacer Kirchner? No fue al debate, no lo anuncia, nadie sabe qué hará Kirchner.
Bueno, que no lo sepamos nosotros, vaya y pase, lo terrible sería que no lo sepa él.


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