El finlandés Marcus Gronholm, demostrando ser el más veloz y con un eficiente Peugeot 206 WRC, se quedó con el XXIII Rally de la Argentina, quinta prueba puntuable de la temporada, que concluyó ayer tras tres duras etapas que se corrieron por caminos de las sierras cordobesas. Gronholm empleó un tiempo total de 4 horas 14 minutos 45 segundos, a un promedio de 89,30 kilómetros por hora, tras 24 pruebas especiales, con 379,33 kilómetros de libre velocidad cronometrados. El piloto finlandés, de 35 años, que con la de ayer ganó su carrera número 14 en el mundial de rally, recuperó ayer a la mañana el liderazgo, que había tenido en los primeros especiales de la prueba, pero que perdió tras un choque en la montaña, saliéndose del camino y quedando retrasado al sexto lugar en la primera etapa. De esta manera, Gronholm cumplió con su objetivo de "tomarse revancha" de la descalificación sufrida el año pasado tras ganar la carrera. El sábado, tras la segunda etapa, en gran recuperación y el rendimiento a pleno de su máquina, se ubicó segundo del estonio Markko Martin, quien ayer en el primer especial quedó fuera de carrera por problemas en la presión de aceite en su Ford Focus. Gronholm ganó ayer tres de los especiales: el 21º (Capilla del Monte-San Marcos Sierra), el 23º (La Falda-Villa Giardino) y el 24º (La Cumbre-Agua de Oro). Fue su escolta el español Carlos Sáinz, con Citroen Xsara a 26,6 segundos, quien lamentó el minuto de penalización recibido el sábado antes de concluir la segunda etapa, cuando era el puntero, por haber ingresado antes al parque de servicio debido a un malentendido con su navegante Marc Martí. El madrileño buscó ayer, con un andar vertiginoso, descontar ese minuto de recargo que lo relegó de la victoria, luchando hasta el final, pero debió conformarse con el segundo lugar. Ganó ayer dos especiales: el 22º (San Marcos Sierra-Cuchi Corral) y el 25º y último (Ascochinga-La Cumbre). Sáinz fue el único sobreviviente de la escudería Citroen, marca que llegó por primera vez a la Argentina, luego de las deserciones anteriores de Colin Mc Rae, cuyo auto se incendió, y de Sebastian Loeb, quien volcó dejando en malas condiciones a su auto. Tercero, a 1m 12,8s, fue el británico Richard Burns, con Peugeot, que marcha en la punta del campeonato y estuvo a punto de arrebatarle el segundo lugar al español, pero el turbo de su auto falló en el último especial y no pudo hacer el uno-dos de la marca con Gronholm. Cuarto resultó el finlandés Harri Rovanpera, a 2m 19,3 seg, quien completó el buen rendimiento de Peugeot, que puso a sus tres máquinas en la llegada. El noruego Petter Solberg, con Subaru Impreza, a 3ms 11,4 seg, resultó quinto en una labor destacada que podría haber tenido mejor figuración, de no haber perdido el tiempo que le insumió un topetazo con la montaña en la primera etapa. Ayer desertaron en el grupo mayor el mencionado Martin, el alemán Harmin Schwartz, con Hyundai, y también se produjo el retiro -por decisión del equipo Subaru- del cuádruple campeón mundial, el finlandés Tommi Makinen, por no tener chances de estar entre los primeros. De esa manera, el finés pudo adelantar su regreso a su casa ya que su esposa está a punto de dar a luz. El cordobés Gabriel Raies, con un Toyota Corolla versión 1999, en su despedida oficial de la actividad y en el día de su cumpleaños número 45, se dio el gusto de arribar a la rampa final como el mejor argentino en la competencia, ubicándose en la novena posición del grupo mayor, el A/8, quedando a 25 minutos 32,6 segundos del ganador, siendo el mejor entre los participantes sin apoyo oficial. El japonés Toshihiro Arai, con Subaru Impreza, se impuso en el grupo de Autos de Producción, el N/4, a 20 minutos 3,3 segundos, superando al español Daniel Sola, con Mitsubishi Lancer, división en la que el campeón argentino Federico Villagra (no suma puntos para el Mundial), se ubicó en la quinta posición también con Mitsubishi Lancer. (Télam)
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