Una mujer murió y dos de sus hijos resultaron heridos en un accidente que ocurrió anoche, poco antes de las 22 en Uriburu al 3600, frente a uno de los ingresos a la planta de la aceitera Santa Clara. El auto que conducía la mujer quedó incrustado debajo del chasis de un camión que circulaba en su mismo sentido, por la derecha. Pero que súbitamente se desplazó hacia la izquierda para girar en U y retomar Uriburu en una zona que no está iluminada y no tiene calles que la corten en forma transversal. La mano derecha de la calle, además, está cortada por vallas colocadas para que los conductores eviten un pozo.
La mujer que conducía el Renault 9 fue identificada como Nilda Catalina Rojas, de unos 40 años. Viajaba con su hija Johana Villalba, de 16 años, que fue trasladada al Hospital de Emergencias Clemente Alvarez, y Sebastián, de 6, que fue derivado al Hospital Vilela. Los dos se encontraban fuera de peligro, indicó la policía.
El accidente ocurrió después de que el camionero, Juan María Bustamante, de 38 años, intentara entrar para descargar en la playa de la aceitera. En la planta le indicaron que el sector estaba completo y lo enviaron a otra playa, sostuvieron algunos de sus compañeros.
Los camioneros confirmaron que la maniobra que realizó el chofer es la misma que hacen "en forma cotidiana" para ir al otro punto de descarga. Ese tramo de Uriburu no tiene calles transversales.
Bustamante, domiciliado en la localidad bonaerense de Lincoln, conducía un camión Mercedes Benz1114 con acoplado que quedó atravesado en la mitad de la avenida, doblado sobre el bulevar, con el chasis sobre la mano de Uriburu que circula en sentido este-oeste. Anoche el chofer se encontraba demorado en la seccional 18ª, a cargo de las actuaciones del episodio.
Los metros anteriores a la zona donde el auto impactó contra el camión no tenía marcas de frenada. Algunos de los testigos indicaron que la mujer conducía algo rápido y que debido al impacto recibió un golpe que se estima en el doble de la velocidad a la cual circulaba. Murió en el acto, delante de sus dos hijos. Personal del Sies y bomberos, que ayudaron a los chicos a salir del auto, indicaron que la conductora no llevaba colocado el cinturón de seguridad.
Sin iluminación
"Esta zona es una boca de lobo y estas son las consecuencias", señalaron indignados los vecinos que se acercaron al lugar donde ocurrió el accidente.
"Desde Circunvalación hasta Francia no hay iluminación a pesar de los insistentes reclamos que hicimos al Concejo y a la Municipalidad", señalaron. Los vecinos no pusieron tanto énfasis en las maniobras que realizan los camiones en el acceso a la playa de la aceitera.
La Ciudad
