Alcídes Píccoli, Ariel Pereyra y Alejandro Capurro fueron los que se salvaron en la pobre expresión futbolística de Colón en La Bombonera. Tombolini: Sin responsabilidad en los goles e inconsistente en algunas salidas. Píccoli: Correcto trabajo, sobre todo respondió bien en el juego aéreo. Herbella: Desprolijo y con tendencia a jugar mucho con los brazos. Pereyra: Buen cabeceador en el área propia, intentó cuidar el destino de la pelota. Martínez: Comenzó bien, aportando energía para el ida y vuelta. Después se complicó. Toresani: Aportó su oficio para subir y bajar sobre la derecha. Capurro: El más prolijo de los volantes de Colón. Estuvo bien ubicado. Gavatorta: No encontró su posición en la cancha. Alemao: Regaló el penal por una torpeza. No le dio nada a su equipo. Belloso: Peleado con la pelota. No terminó bien casi ninguna de sus incursiones. Carignano: Se vio obligado a moverse lejos del área rival para encontrar la pelota. Romero: Iintentó darle más poder ofensivo a su equipo, jugando en posición de enganche, muy adelantado. (DyN)
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