Si Central Córdoba y Estudiantes se propusieron desnudar el fútbol que habitualmente se juega en las categorías menores del ascenso no lo pudieron hacer mejor. Entregas fallidas, desprolijidades, carencia de ideas, empuje, fricción y escasas aproximaciones. A esta altura, las deficiencias charrúas son moneda corriente. Los azules de Tablada no logran revertir la opaca campaña del Clausura y lo bueno que realizaron en el Apertura ya quedó demasiado lejos. Entonces, chocan contra rivales limitados como el de Caseros, que lo complican sobremanera y que lo tuvieron a maltraer pese a jugar durante todo un tiempo con uno menos. Porque de no haber sido por Della Marchesina, que venció su propia valla, los charrúas habrían sumado una nueva derrota.
La libreta de apuntes con lo ocurrido en la primera etapa casi queda en blanco de no ser por Calabrese, que se encargó con un par de apariciones de entusiasmar algo al público que aguantaba como podía el soporífero primer tiempo. Alguna gambeta de Ferreyra y los tiros del goleador charrúa fueron argumentos escasos para inclinar el desarrollo.
Central Córdoba ni siquiera supo sacar ventaja de la expulsión del arquero Arnaudo, que vio la roja por bajar a Calabrese cuando se encaminaba al gol. Ni qué hablar cuando Aguilar peinó para Pignataro y Umbidez la empujó al fondo. Con esa conquista se estaba consumando un hecho inesperado, y Santángelo decidió mover el banco. Lo puso a Panchito Fernández, quien rápidamente entró en sintonía con Ferreyra, mientras que por el otro sector, Vella se mandaba con decisión. Es cierto que se repitió en los envíos áereos al área de Estudiantes, pero al menos contrastó con la imagen abúlica que había mostrado hasta entonces.
Tuvo la fortuna que Della Marchesina le alivianó el camino al ponerle la cabeza a un tiro libre de Aira para descolocar a su arquero y equilibar el marcador.
Era lógico que en los minutos finales Estudiantes intentara emular aquel grito guerrero de "Giunta, Giunta, Giunta, huevo, huevo, huevo", del ahora devenido entrenador, peleando todas las pelotas y sacándola lo más lejos, como también que Central Córdoba se fuera con decisión. Con ese sprint final, Guffanti se quedó relamiendo al no conseguir empujarla a escasos metros del arco.
No hubiera cambiado en nada el concepto. Central Córdoba sigue en deuda. Pero no debe resignarse. Estos mismos nombres escribieron en la primera etapa del torneo una historia diferente y nadie puede olvidarse de jugar. Que se acuerden pronto.
Síntesis
C. Córdoba 1: Cancelarich 5; C. Vella 5, Melli 5, Aira 5 y Cárdenas 4 (69' Quintana); Brandán 5, Ferri 5, Santos 5 (68' S. Fernández) y Ferreyra 5; Guffanti 4 y Calabrese 5. DT: O. Santángelo.
Estudiantes 1: Arnaudo 5; Gojmerac 5, F. Ruiz 5, Azcurra 4 y J. González 5; Magallanes 4 (45' Andreu 5), Bravo 4, Della Marchesina 5 y Umbidez 5; Guillermo 4 (64' Pignataro 5) y Aguilar 5 (76' H. González). DT: B. Giunta.
Cancha: Gabino Sosa.
Arbitro: Manuel Loureiro (4).
Goles: 66' Umbidez (E), 83' Della Marchesina (E), en contra.
Expulsado: 45' Arnaudo (E).
La Ciudad
