Kinshasa. - Dos días después de la tragedia que costó la vida a decenas de personas en la República Democrática del Congo, la incertidumbre era ayer total en Kinshasa, tanto sobre el número de víctimas como sobre las causas de la ruptura en pleno vuelo de la puerta posterior de un avión Ilyushin 76. Soldados y equipos de rescate buscaron sin éxito rastros de las víctimas.
Fue prácticamente a mitad de camino entre Kinshasa y Lubumbashi que la puerta ventral del aparato, una rampa de acceso de 2,28 metros por 2,13 a través de la cual se embarcan vehículos y pasajeros, se abrió "de repente, después de escucharse un ensordecedor silbido", relataron sobrevivientes. Desequilibrado, el enorme avión comenzó a ladearse violentamente y una sobreviviente dijo que en ese momento "fui lanzada de un lado al otro del aparato mientras veía salir por el boquete a muchas personas, hombres, mujeres y niños".
Finalmente, el avión pudo dar media vuelta, aterrizando en la noche en Kinshasa, donde un corresponsal de la AFP que vio el aparato pudo constatar "el enorme agujero, lleno de manchas de sangre y con parte del brazo de un niño todavía apresado entre los hierros retorcidos".
Aterrorizados sobrevivientes contaron cómo se agarraron de cuerdas y mallas durante casi dos horas, mientras hombres, mujeres y niños eran succionados por el hueco en la parte posterior del avión Ilyushin Il 76. "Vi a un soldado que abrazaba a un bebé y a una mujer con un chico cerca de la puerta súbitamente lanzados a la oscuridad", relató Suzanne Mutelo.
Un camión, munición y mucha gente
Propiedad del Ministerio de Defensa de Ucrania, el Ilyushin UL76/UR-UCR había sido alquilado por el gobierno congolés para transportar un centenar de miembros de la Policía de Intervención Rápida (PIR) hacia Katanga (sudeste). El Ilyushin transportaba un camión y cajas de municiones, y como estaba preparado para transportar tropas, el avión sólo contaba con una fila de asientos plegables a cada lado del aparato, menos de cincuenta en total, según un sobreviviente. Los que lograron salvar la vida fueron los que se vieron bloqueados por el camión en el momento en que cambió el vacío del avión.
Además del centenar de policías, estaban a bordo los miembros de sus familias (mujeres y niños sentados en el piso) y los inevitables clandestinos que viajan en los transportes en Africa, y que es imposible evaluar cuántos eran. "Es lo mismo que ocurrió con el barco Djiola en Senegal, jamás sabremos cuántos iban a bordo", comentó un responsable de la fuerza aérea, agregando que "decir que hubo 160 desaparecidos es una cifra inferior a la realidad. En ese tipo de aviones viajan habitualmente hasta 300 personas".
El Ministerio de Defensa ucraniano había afirmado el viernes que el accidente no provocó ninguna víctima, confirmando que el aparato le pertenecía. "Nadie murió", había declarado el portavoz del ministerio, Konstiantin Khivrenko.
Pero los sobrevivientes describieron una escena escalofriante. "Gente y cajas se estrellaban en los lados del avión. Algunos estaban gravemente heridos, unos en la cabeza, algunos en los brazos", relató Mutelo. "Cuando aterrizamos, la mayoría de las personas habían desaparecido". "Estábamos muy asustados y nos sostuvimos todo lo que pudimos", agregó la mujer en Kinshasa. Ella regresaba a Lubumbashi, en el sureste del Congo, tras visitar a su padre. (AFP)