La vida de un paciente que se dializa en el Hospital Centenario corrió riesgo cuando se negó a continuar con su tratamiento por temor a contagiarse de hepatitis B. El hombre depuso su actitud después de varias horas y tras una extensa reunión en Tribunales de la que participaron autoridades sanitarias y judiciales. El problema podría volver a desatarse esta semana, ya que el paciente exige ser trasladado a un centro privado.
Todo comenzó la mañana del viernes, cuando un paciente que concurre desde hace casi un año a la unidad de diálisis del Centenario se negó a continuar con el tratamiento.
Según trascendió, el hombre tiene fuertes cuestionamientos hacia el servicio de hemodiálisis y ya presentó un escrito a las autoridades del hospital donde detalló una serie de irregularidades cometidas en ese área.
La unidad de diálisis fue el escenario donde a mediados de febrero se desató una epidemia de hepatitis B que le causó la muerte a seis pacientes e infectó a otros diez.
Visiblemente consternado por esta situación, el paciente se negó a dializarse anteayer y estuvo largas horas ante un juez pidiendo que se lo trasladara a un efector privado.
El recurso de amparo fue recepcionado por el titular del juzgado de la 5ª Nominación Civil y Comercial, Ariel Carlos Ariza, quien convocó a una reunión de la que participaron, además del paciente, el titular del área 8 de salud, Horacio Perigo; la directora del Centenario, Claudia Perouch, y un representante de la Fiscalía de Estado.
Luego de varias horas, el magistrado resolvió no dar curso al recurso de amparo presentado por el paciente, no obstante, las fuentes consultadas revelaron que esa medida será apelada por los patrocinantes legales del enfermo.
Según explicaron distintos especialistas, "la solicitud del paciente es muy difícil de resolver, ya que si se lo traslada, se estaría rompiendo el anillo sanitario que se instaló en torno a la unidad de diálisis".
En efecto, ni bien se detectó el brote de hepatitis B, las autoridades del hospital acordaron suspender el ingreso de nuevos pacientes al centro de diálisis, al tiempo que comenzaron una intensa vacunación y seguimiento de la evolución de los enfermos que se dializan allí.
Por el otro lado, hay quienes aseguran que "es muy difícil" que un efector privado pueda recibirlo.
El paciente finalmente se dializó en el Centenario cerca de las 21 del viernes, tras tomar conciencia del riesgo que implicaba para su vida no someterse a diálisis. La polémica podría volver a desatarse esta semana, ya que el enfermo volvería a insistir con su pronto pedido de traslado.
La epidemia
La epidemia de hepatitis B que se desató en diálisis del Centenario y mató a seis pacientes e infectó a otros diez comenzó a mediados de febrero. Sería causada por una mutación del virus B que tendría un poder sumamente patógeno. Es más, esa agresividad se vería incrementada debido a las bajas defensas inmunológicas que suelen tener los pacientes con insuficiencia renal.
Según reveló el representante de la comunidad en el Centenario, Ariel Pérez, "al momento de la infección, de los 110 pacientes que se dializaban, sólo 15 estaban vacunados". Los especialistas consultados aseguraron que "si todos hubieran tenido su vacuna, la epidemia podría haberse prevenido o evitado".