Editorial

El show de los alimentos

Hoy llega a su término en el predio ferial del parque Independencia un evento que ha dado pruebas de la pujanza regional en el marco de la lenta salida de la crisis. La tercera Feria Internacional de la Alimentación Rosario (Fiar 3) permitió a más de trescientas compañías exhibir sus productos y se convirtió en un ámbito propicio para que los empresarios de la zona realizaran valiosos contactos con vistas a negocios futuros.
Cada rosarino que se llegó hasta las instalaciones de la Feria y recorrió los cinco mil metros cuadrados que ocupará hasta hoy la muestra más importante del interior del país pudo disfrutar del ingenio de los expositores, que apelaron a recursos creativos para captar la atención del público. Desde maestros panaderos que amasaron en vivo y en directo hasta cámaras frigoríficas con reses enteras, al modo de un frigorífico real, la apuesta a la innovación fue la constante de un evento que justificó cada uno de los elogios.
Las bruscas modificaciones que experimentó el escenario macroeconómico en el país han reposicionado a las exportaciones como una posibilidad tan factible como auspiciosa. Y así, empresas dedicadas a los más diversos rubros dentro de la amplia gama que brinda la industria alimentaria, más otras dedicadas a actividades tan diversas como servicios de ingeniería, certificaciones, logística, packaging y publicidad, dieron pruebas de su adaptación a las nuevas reglas de juego, en cuyo marco piensan competir con éxito.
Es que la devaluación, tras el inicial efecto catástrofe, se ha confirmado como altamente conveniente para muchos productores. La revalorización del mercado sudamericano -es decir, los socios naturales de la Argentina- también se ha instalado como un parámetro flamante. Entonces, desde marcas consagradas hasta firmas dedicadas a nichos novedosos eligieron Fiar 3 con el nítido objetivo de relacionarse con potenciales interesados.
En un país que vivió durante largo tiempo sumido en la creencia de que era posible la prosperidad mientras la producción nacional languidecía, debe verse como un valioso indicio de cambio el éxito de la Fiar 3. La reconstrucción de una cultura del "hacer", y la ruptura con añejos hábitos especulativos, es parte central de esa transformación que, además de reclamar, deberán protagonizar los argentinos.