La debilidad de la producción cultural argentina, las dificultades de integración regional, el rol del Estado en orden a fortalecer las industrias culturales y la necesidad de pensar cómo enfrentar las dramáticas consecuencias de una política neoliberal son algunos de los temas que propone para la reflexión el filósofo y antropólogo Néstor García Canclini.
"Es evidente que ha habido una renovación académica de pensamiento en la Argentina en temas culturales. En los últimos diez años surgieron aquí como en muchos otros países, posgrados sobre especializaciones en gestión cultural, lo que favoreció una pequeña profesionalización de un campo que era muy amateur", consideró el investigador.
"Aquí hubo una apertura a nuevas corrientes de estudio y valoración tanto del patrimonio tangible como intangible (arqueología, historia), incluso el patrimonio más contemporáneo -apuntó-, pero esas tendencias se desencontraron, han carecido de contexto debido a políticas erráticas de distintos gobiernos".
A su juicio, "tenemos una situación muy desintegrada continentalmente, con países muy débiles, la mayoría en cuanto a sus mercados de consumo cultural, pero también hemos tenido gobiernos insensibles a las oportunidades que estos presentan".
Y ejemplificó: "Hay una producción musical, cinematográfica, desde luego literaria, muy valiosa, y nuestros escritores tienen que recurrir a Barcelona para publicar. Algunos directores se pasan cinco años sin poder filmar y se van a Hollywood a ser empleados de una transnacional".
Aludiendo al rol del Estado, García Canclini precisó que éste "debe representar las dimensiones públicas de la vida social y proteger aquello que no puede ser reducido al mercado, que no es comerciable: los derechos humanos y los derechos que implican la relación con la naturaleza y con la ecología".
En otros campos, como el arte y los medios masivos, "el mercado es muy importante porque puede dinamizar, impulsar proyectos, allí el papel del Estado sobre todo es regulatorio, debe cuidar las condiciones de desarrollo. Y también dar impulso estratégico a las dimensiones de la producción cultural que al mercado no le interesan porque son de clientelas limitadas".
Después del colapso
Frente a una "reorganización parcial del país" en función de nuevas políticas, "una mínima estabilización de la economía daría la oportunidad para repensar qué país queremos y con qué recursos contamos ya que muchos se perdieron con las privatizaciones. Y cuesta imaginar como revertir esta situación".
"Después de la caída de (Fernando) de la Rúa se logró una estabilización precaria pero se logró y esto, al menos, podría hacernos pensar -sugirió- en subordinar el pago de la deuda externa al desarrollo endógeno y a la generación de empleo. Un mayor bienestar social necesario para enfrentar las dramáticas consecuencias de la política neoliberal, sobre la salud y otros aspectos básicos de la vida de la población y no al revés: pagar primero la deuda y después ver qué queda".
Sin embargo, García Canclini hizo hincapié en las dificultades para revertir esta situación y mencionó el caso de Brasil, "donde hay un discurso presidencial y de gabinete que coloca en el centro del escenario cuestiones sociales como el hambre y la educación y les cuesta mucho desarrollar prácticas acordes con ese discurso".
Pero el caso brasileño, destacó el antropólogo, muestra que "es posible volver a darle un lugar en los intereses de la Nación a esos objetivos, que tienen que ver con la supervivencia y la reproducción de las poblaciones sin que el país se derrumbe ni sienta que se está traicionando la economía mundial".
"En Brasil se da una convergencia de actores fuertes, industriales, exportadores, políticos, intelectuales, con el fin de consolidar un proyecto de país -subrayó-. Todo esto tiene que ver con desfatalizar el modelo neoliberal; hemos tenido suficientes evidencias de sus efectos destructivos. Y no da salida a problemas básicos como el desarrollo económico".
Nubes en el horizonte
Para García Canclini, "estamos en una tarea mundial de reelaborar modelos de desarrollo adecuados a las necesidades de la población; hemos perdido mucho, pero es posible revertirlo si hay voluntad política y una mayor presión social".
Con respecto al Mercosur, "creo que hay posibilidades entre Argentina y Brasil, y habría que ver la integración también con Chile. Hay negociaciones complicadas, pero ahora tenemos la ventaja que Estados Unidos está demasiado preocupado en varias zonas asiáticas. Y nos da un poco más de autonomía".
Algo inquietante, según el antropólogo, es la posibilidad de llegar a la posible firma del Alca, en el 2005, "sin tener siquiera diagnósticos apropiados acerca de qué va a implicar para países como la Argentina".
"Una de las consecuencias del Tratado de Libre Comercio como lo está planteando Estados Unidos -advirtió García Canclini- es el cambio de nuestro régimen de propiedad intelectual, de derechos de autor. Mucho dependerá de que estudiemos estos temas y de los trabajos que realizan especialistas locales e internacionales".
"A las políticas de privatización, desposesión y corrupción que ha primado en el país, se ha sumado una improvisación permanente con la que se han encarado los temas culturales y las comunicaciones", concluyó.
La Ciudad
