Daniel Castellani, hijo de la mejor generación de la historia del vóleibol argentino y entrenador de Bolívar Signia, consagrado anteanoche campeón de la Liga Nacional, consideró ayer que su equipo es la expresión de un desarrollo que va "a contramano" de los "errores garrafales" que vienen cometiendo los dirigentes. Claro que no dejó de lado la "inolvidable" alegría que le provocó el haber logrado el título en el sexto encuentro de los play off ante Rojas Scholem (último campeón), precisamente en el año de la creación del equipo. Castellani aseguró que el vóleibol argentino "está creciendo" a pesar de "tantos desaciertos de los dirigentes", que concluyeron en la suspensión que pesa sobre los seleccionados nacionales, que están inhabilitados para participar de cualquier competencia. El espigado entrenador, ex capitán del seleccionado argentino en su época de oro (la década del 80), afirmó que el desarrollo de la actividad se expresa con la aparición de proyectos en clubes como Bolívar, Rojas Scholem, Olympikus Azul, Alianza Jesús María y Club de Amigos. "El tren del vóleibol está en marcha, pese a los errores garrafales que se han cometido. Estoy seguro de que el movimiento va a superar las falencias del camino", dijo. Castellani explicó que el proyecto encarado en Bolívar, financiado por Ideas del Sur -la productora del empresario Marcelo Tinelli-, "es de largo alcance y no se agota en la conquista de un título". "Ahora viene la parte de desarrollo del vóleibol en la ciudad, en los colegios, en el armado de la estructura de un club. Para hacer todo esto nos vino muy bien ganar el título", agregó. Castellani forjó al equipo campeón con la contratación de varias figuras (contó con el mayor presupuesto de la liga, cerca de 500 mil pesos), como los ex integrantes del seleccionado Sebastián Firpo, Eduardo Rodríguez, Sebastián Jabif y Guillermo Quaini. También al campeón mundial de beach volley, Mariano Baracetti, que se transformó en el líbero del equipo, y dos extranjeros cuyo aporte resultó desequilibrante: el opuesto brasileño Pezao y el punta estadounidense Gabriel Gardner. Con este plantel, en su primera temporada en la Liga Nacional (tomó la plaza de la Universidad de Buenos Aires), Bolívar desplazó a Rojas Scholem de la cima del vóleibol local. La serie final se cerró con un marcador de 4-2. "Nunca me imaginé el impacto que podía tener esto en la gente de Bolívar, una ciudad en la que nunca se había visto vóleibol. En cada entrenamiento había 300 o 400 personas. En la calle todos me paraban, nos hablaban de vóleibol. Fue un verdadero fenómeno", comentó Castellani. El entrenador hizo público su agradecimiento a Tinelli "por la confianza otorgada" y reveló que su continuidad en el cargo "se conversará en los próximos días". Castellani, ex entrenador del seleccionado argentino, equiparó el impacto del título conseguido con su principal logro al frente del conjunto nacional: la medalla de oro en los Juegos Panamericanos de 1995. "Si lo comparo con algo me viene a la memoria el Panamericano de Mar del Plata, por el calor, por lo que representó para la gente", dijo. Castellani rechazó las afirmaciones sobre supuestos favores hacia su equipo en el camino al título y afirmó que "la calidad humana de las personas no se ve cuando se gana, sino cuando se pierde". "Nosotros perdimos dos partidos en Rojas, nos trataron muy mal, nuestros hinchas fueron amenazados y no dijimos nada. Me duele mucho que intenten opacar el título dando a entender que había algo raro". "No demostraron la calidad humana que yo pensaba que algunos de Rojas tenían", concluyó el DT.
| |