En sólo doce días la comunidad de la Universidad Nacional de Rosario elegirá a su máxima autoridad

UNR: El rector Suárez va a la reelección

Propios y ajenos dicen que tiene el camino allanado, y hoy por hoy no se vislumbra un candidato opositor

Laura Vilche / La Capital

Consejeros superiores y decanos se preparan para elegir al rector de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) el próximo 22 de mayo en asamblea. Y los pronósticos indican que será Ricardo Suárez, el actual rector, quien se sentará en el sillón de la máxima autoridad de la UNR durante cuatro años más. Es que la Asamblea Universitaria reúne a 276 consejeros y desde las huestes del Partido Socialista dan por descontado que juntarán unos 110 votos propios. Y que a esos sufragios se sumarán decenas de apoyos de radicales, docentes que adhieren a la actual conducción gremial, no docentes y la mayoría de los decanos: unos 60 sufragios más. Esto significa una mitad más uno de votos asegurada. Y encima, a doce días de la elección más importante de la UNR todavía no asomó ningún candidato opositor a Suárez en el escenario político académico.
La izquierda, que en general llega a estas elecciones con candidato propio, aún no puso sobre la mesa ningún nombre. Suena sólo como rumor el del físico Roberto Rivarola; un profesor e investigador prestigioso que le presentó batalla al reelegido decano de Ingeniería, David Asteggiano.
Lo cierto es que los aproximadamente 60 votos de este grupo de docentes y estudiantes que se autodenominan como "independientes de los aparatos partidarios que gobernaron la UNR desde el 83 a la actualidad" no tienen previsto apoyar la fórmula Suárez-Aldo Gimbatti (actual vicerector).
"Para nosotros lo importante no es repartirnos cargos, sino armar un programa de emergencia alternativo para el Rectorado: esto implica presupuesto participativo, concursos en todas las facultades en un corto plazo y reducción del presupuesto que administra el Rectorado: pasar del 27 por ciento al 10", señaló el consejero docente de Ingeniería, Aldo Mangiaterra.
Otro sector que no se muestra proclive a darle su respaldo al actual rector es el de los profesores y estudiantes de la Facultad de Derecho, conocido como el erbettismo, en alusión al actual secretario general de la UNR, Daniel Erbetta.
Este grupo, en escencia radical pero que cuenta también con la anuencia de los independientes, dice capitalizar la adhesión de unos 40 consejeros superiores que votarán el 22.
Cuando se les pregunta si les darán o no su respaldo a Suárez contestan "estamos evaluando". Es que están abiertamente enfrentados a otro grupo radical, el de Juan Carlos Millet, odontólogo y ex rector, que sí adhiere a la fórmula Suárez-Gimbatti.
Desde adentro de sus propias filas, los milletistas dicen que pisarán sobre seguro en la Asamblea que se realizará en la Facultad de Ingeniería. Aseguran que cuentan con unos 80 votos en su haber.
La renovación de autoridades de la UNR comenzó en marzo pasado. Primero fueron a las urnas los docentes de las doce facultades. Luego votaron los estudiantes, quienes dieron las mayores sorpresas cuando el Movimiento Nacional Reformista (MNR), brazo universitario del Partido Socialista, perdió los centros de dos de sus bastiones: Medicina e Ingeniería. A la primera se la robó la izquierda, a la segunda, los independientes.
Con los no docentes se repitió el tradicional triunfo del oficialismo, conducido por Miguel Roldán, el secretario general de la Asociación del Personal de la Universidad de Rosario (APUR).
Y finalmente llegó el turno de los decanos. Cinco de las doce autoridades máximas de las facultades fueron reelegidas: David Asteggiano (Ingeniería), Raquel Chiara (Medicina), Darío Maiorana (Humanidades), Alicia Castagna (Económicas) y Héctor Masía (Odontología). El resto son caras nuevas. Asumirán el próximo 20 de mayo, pero ya le adelantaron a La Capital qué posición tomarán en la Asamblea Universitaria cuando tengan que elegir rector. La mayoría apoyará a Suárez (ver aparte).
Más allá de los pronósticos y a casi dos semanas de la Asamblea, lo que implica que aún queda un tiempo prudencial de alianzas, marchas y contramarchas, el camino parece allanado para la reelección de Suárez. Al menos así lo sostienen propios y ajenos: tanto los que lo respaldan abiertamente, como los que dicen estar parados en la vereda de enfrente del actual rector.