Año CXXXVI
 Nº 49.832
Rosario,
lunes  05 de
mayo de 2003
Min 11º
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Fotos a manera de biografía en el nuevo espacio Josefina Merienda
"Subrealismo" criollo de Marcos López
El artista santafesino muestra aspectos más íntimos, una faceta no demasiado conocida de su producción

Fernando Farina / La Capital

"El «subrealismo» criollo no necesariamente tiene que ver con el surrealismo. Como el «poplatino» no necesariamente tiene que ver con el arte pop. Subrealismo criollo es igual al surrealismo autodidacta, igual a usar la palabra expresionismo en el sentido de la necesidad de expresar fuertemente algo". De esta manera y a través de un texto de hace unos años, Marcos López hace su presentación a la muestra que inauguró en Josefina Merienda (Mendoza 6304).
El nuevo espacio abrió sus puertas con una apuesta fuerte: la presentación en Rosario de uno de los mejores fotógrafos del país. Desde hace años, Marcos López se ha erigido como uno de los artistas más "realistas", y en ese camino puso de manifiesto que no sólo se trata de ser un buen cronista sino de decir, y en ese decir es necesario armar escenas, elegir imágenes y teatralizar para mostrar lo que está pasando. No es el primero que lo hace, pero en su caso es tan evidente que uno se vuelve cómplice.
Para los que siguen su obra, parecen inolvidables sus imágenes de Cuba, pero sobre todo la expresión de aquellos años de menemismo que hundieron al país en una fiesta a la que finalmente se supo estaban invitados unos pocos a disfrutarla, algunos a mirarla y muchos más a padecerla y tener que pagar los gastos.
En esta ocasión plantea su exposición como una historia de vida, en un espacio que surge a la luz de la necesidad de abrir otros lugares en una ciudad. Marcos López recupera fotos de su pasado y las muestra en un relato por momentos nostálgico, es que el recuerdo se ve como lo que pasó y ya no está (por algo siempre se relacionó la foto con la muerte), o al menos no está de la misma manera, y en ese espacio es donde habla de su Santa Fe natal, de un amor, de un cuadro. Son todos detalles, y varias frases, citas que perfilan el subrealismo criollo, tan marcado por la angustia de quien sabe que un montón de cosas se le escabulleron entre las manos.



Marcos López durante el montaje de su muestra.
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