La solidaridad fue rotundamente el criterio, mucho más que la vecindad, para que miles y miles de argentinos se pusieran en la piel de los santafesinos y emprendieran rápidas cruzadas de respuesta a la crisis. Así se vio en la innumerable organización de colectas, tanto de ayuda material como de voluntarios para ofrecer sus servicios, que encararon entidades, organismos no gubernamentales, empresas, iglesias y hasta particulares a lo largo y ancho del país. Desde el exterior también hubo respuesta: la Organización de Naciones Unidas conformó un comité de emergencia integrado por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) y la Organización Panamericana de la Salud, para intentar paliar la situación de las inundaciones en la provincia.
Como una de sus primeras medidas, Unicef destinó recursos a la compra y envío de 30 baños químicos, 10 mil litros de cloro, 10 mil linternas y 3.000 luces de emergencia. También habilitó los números telefónicos 0810-333-4455 para donar con tarjeta de crédito y 0605-111-4455 (débito de 5 pesos de la cuenta de teléfono) y así contribuir al esfuerzo de las autoridades en esta emergencia.
Dentro de los ejemplos de solidaridad en el país, uno de los casos más emblemáticos fue el llamado Tren Solidario, fletado ayer al mediodía desde Retiro por la firma TBA con una carga de varias toneladas de donaciones en cuatro vagones repletos, con destino a Santa Fe.
Las donaciones fueron producto de aportes del gobierno nacional y de miles de particulares, que a lo largo del día y la noche previos acercaron mercadería. Por su parte, TBA ya convocó a otras empresas a "trabajar en esta cruzada" y adelantó que, de ser necesario, hoy y mañana saldrán nuevos trenes.
La promesa tiene sustento, ya que en la ciudad y provincia de Buenos Aires las donaciones para las víctimas de la inundación no dejaban de llegar por miles a distintas entidades, como la Cruz Roja, Cáritas, la Red Solidaria, el ex Banco Provincia y la Casa de Santa Fe.
Un capítulo aparte fue la colecta que se realizó en el estadio de River Plate antes del partido de ese club con el Corinthians, un día después de que lograran juntar 52 toneladas de donaciones.
Distintas parroquias porteñas, por su parte, recibieron gran cantidad de alimentos, ropa y calzado, y se sumaron así a la principal boca de recepción de Cáritas nacional, que también exhortó a realizar aportes económicos para los damnificados. También la Asociación Mutual Israelita Argentina (Amia) inició una campaña solidaria junto a otras instituciones judías, con el objetivo de reunir frazadas, alimentos, medicamentos y otras donaciones ante la gravísima situación de los inundados.
La banca nacional agrupada en la Asociación de Bancos Públicos y Privados de la República Argentina (Abappra) fue otra que prometió sumar casi medio millón de pesos para comprar alimentos y artículos de primera necesidad.
La Unión Industrial Argentina, por su parte, lanzó una campaña solidaria y convocó a sus empresas y entidades adheridas a aportar su ayuda para paliar la dramática situación de las inundaciones.
También la CGT oficial lanzó un plan que pone a disposición de los damnificados gratuitamente, y por 60 días, el sistema de obras sociales sindicales. Y sobre el mismo eje sanitario, la Red Solidaria de Profesionales de la Salud convocó a médicos para aportar trabajo voluntario.
Otro que se sumó a la cruzada fue el candidato presidencial Carlos Menem, que prometió enviar camiones con colchones, frazadas y alimentos, que canalizará por la fundación que dirige Cecilia Bolocco.
| |
La Ciudad
