Bagdad/Washington. - Mientras un nuevo episodio de violencia se registraba en la ciudad de Faluya -donde el lunes los soldados de EEUU mataron a tiros a 13 civiles-, el presidente George W. Bush anunció el fin de la guerra, aunque se abstuvo de declarar la victoria en Irak.
La tensión seguía en aumento ayer en Faluya, donde siete soldados estadounidenses resultaron heridos por granadas. Seis de ellos estaban graves. Un octavo norteamericano resultó herido en un tiroteo en Bagdad y un británico murió en otro incidente.
* Los siete soldados resultaron heridos en la madrugada, cuando dos individuos les arrojaron granadas por encima del muro del lugar donde están acantonadas las tropas de Estados Unidos. El miércoles, la situación hostil estalló nuevamente en Faluya, ciudad sunita ubicada a unos 60 km al oeste de Bagdad, y tres iraquíes murieron en una manifestación que protestaba contra los hechos del lunes que tuvieron como saldo 13 muertos y 45 heridos.
Jefes religiosos de la ciudad dijeron que después de lo ocurrido habían pedido a las fuerzas estadounidenses que se retiren a la periferia pero que siguieran patrullando para garantizar la seguridad.
Un soldado británico murió además el miércoles en una explosión al sur de Irak, elevando el número de víctimas en el ejército británico a 33. En tanto, se espera la llegada de otros 3.000 o 4.000 soldados, que se sumarán a los 12.000 que ya protegen la capital, donde las manifestaciones antiestadounidenses son cotidianas.
Amnistía Internacional (AI) pidió a Estados Unidos que inicie una investigación urgente, exhaustiva, independiente y pública sobre los muertos del lunes y el miércoles.
u Mientras tanto, el presidente George W. Bush anunció que "las grandes operaciones de combate terminaron" e hizo hincapié en que se lograron los principales objetivos de la guerra lanzada el 20 de marzo, en especial la caída de Saddam Hussein. Sin embargo, evitó anunciar una victoria. Pese a este gesto prudente, el entorno de su anuncio funcionó en sentido contrario. Bush viajó en un avión militar hasta el portaaviones Lincoln, que viene de retorno del Golfo luego de participar de la guerra. El presidente descendió del avión vestido de piloto y haciendo la "v" de la victoria. Luego, desde el portaaviones, emitió su mensaje a la nación.
El presidente estadounidense afirmó que "la liberación de Irak es un avance crucial en la campaña contra el terror. Hemos sacado a un aliado de Al Qaeda (la red extremista de Osama Bin Laden) y cortado una fuente de financiamiento del terrorismo", pero todavía "tenemos trabajo difícil que hacer en Irak", dijo Bush. "La transición de una dictadura a una democracia tomará tiempo, pero cada esfuerzo es valioso", añadió.
* El secretario de Defensa Donald Rumsfeld, primer responsable de alto rango estadounidense que viajó a Bagdad desde la caída del gobierno de Saddam Hussein, reiteró a su llegada que la coalición británico-estadounidense no tenía "intención ni de tomar posesión ni de dirigir Irak". El jefe del Pentágono se reunió con el administrador estadounidense de Irak, Jay Garner, encargado de facilitar la formación de un gobierno interino y asegurar la reconstrucción del país.
* Las principales agencias de la ONU, encabezadas por el coordinador de Naciones Unidas para cuestiones humanitarias en Irak, Ramiro Lopes da Silva, regresaron a su cuartel general en Bagdad, del que habían salido el pasado 18 de marzo, dos días antes del comienzo de la guerra. En otra señal de normalización, la línea de ferrocarril que une Bagdad al puerto de Um Qasar (sur) fue reabierta al tráfico de pasajeros y mercancías tras estar cerrada durante toda la guerra.
* En la ONU, el secretario general Kofi Annan pidió al Consejo de Seguridad poner fin al aislamiento de Irak y lograr su unidad para darle un papel claro y coherente a la organización. El Consejo está dividido sobre la posibilidad de levantar las sanciones a Bagdad, como pide Washington.