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Sufragio electrónico

Un sistema de gobierno ideal es aquel en el cual los habitantes pueden ejercitar sus derechos y cumplir con sus obligaciones en forma sencilla, económica y cómoda. Y en materia de elección de autoridades que se asegure la transparencia, la igualdad de los oferentes electorales y la voluntad popular. El actual sistema eleccionario no satisface dichos requerimientos porque implica lentitud, incomodidades y exige importantes recursos humanos: autoridades de mesa y fiscales, que con frecuencia no están capacitados o son insuficientes. Ello se ha agravado en la última elección dado que no hubo cursillos de capacitación para presidentes de mesa como en otras elecciones y además se designó a gente no instruida al respecto. Además, mientras los partidos grandes o tradicionales con sus respectivos aparatos podían cubrir la nómina de fiscales, ello no ocurre con partidos chicos o nuevos, lo cual redunda en una insuficiencia de fiscalización y por ende potencia la posibilidad de fraudes y rompe la igualdad que debe haber entre todas las agrupaciones al respecto. Para solucionar estos inconvenientes y mejorar el sistema hay que acudir a las posibilidades que nos brinda la tecnología actual. En tal sentido, estimo que conviene adoptar y adaptar la experiencia de Brasil, utilizada parcialmente en las recientes elecciones paraguayas, del voto electrónico, modalidad que con su habitual clarividencia ya había propugnado Alvin Toffler en su obra "La Tercera Ola" a propósito de la democracia semidirecta. Los medios electrónicos modernos podrían hacer realidad y funcionales los nuevos mecanismos constitucionales de referéndum e iniciativa popular. Hay que perfeccionar nuestra democracia, el Estado de Derecho.
Raúl Ghione