Año CXXXVI
 Nº 49.828
Rosario,
miércoles  30 de
abril de 2003
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Aclararon el increíble robo a empresario gastronómico
Contrataron una cena para 100 personas y sustrajeron mesas, vajillas y hornos. Hay un preso y dos prófugos

Las declaraciones de un remisero y de un dirigente del club Servando Bayo fueron las pistas que obtuvo la policía en la búsqueda de la banda que se apoderó del valioso patrimonio de un empresario gastronómico de Pérez, al que en una hábil maniobra despojaron del servicio completo para más de cien personas, con cocinas y hornos incluidos. Luego de tres allanamientos se llegó hasta al supuesto organizador del grupo y a los encubridores, pero siguen prófugos los ideólogos del plan.
Pero además de las versiones de esos testigos, que tuvieron contacto directo con al menos uno de los acusados, también pesó en contra la contundencia con que los familiares los fueron delatando a medida que la policía encontraba parte del valioso botín. Fuentes del caso sostienen que los principales sospechosos están individualizados, aunque reconocen que por el momento no pudieron recuperar lo robado.
El robo fue el domingo 6 de abril. Un día antes una supuesta delegación de la Central de Trabajadores Argentinos fue a la empresa de catering de Alejandro Almoualem y contrató un servicio completo (mesas, sillas, vajillas, cubiertos, manteles, hornos y cocinas) para una cena para más de cien personas. Los impostores habían alquilado "de palabra" el salón del club Servando Bayo para dar credibilidad a la farsa.
Almoualem trasladó los implementos al club de Echesortu y al retornar descubrió la sala vacía. La sección Seguridad Personal de la policía recibió el aporte de un remisero de Villa Gobernador Gálvez, quien leyó en La Capital el caso y quedó sorprendido al constatar que los falsos gremialistas eran los mismos a los que él había llevado hasta la firma gastronómica.
Según el chofer, aquel domingo también los llevó hasta el barrio Fonavi de Mendoza y Derqui, donde los embaucadores lo dejaron sin pagarle el viaje.
Tanto el chofer como el tesorero del club Servando Bayo reconocieron por foto a Juan Bautista Chávez, que tiene antecedentes por robo y estafa y que vive en barrio Belgrano junto a su mujer y un cuñado. La policía allanó su casa de México 822, donde no encontró nada, y otra vivienda de Presidente Quintana 118, donde aparecieron elementos de la empresa de Almoualem como sillas, mesas, copas y bandejas de aluminio. Esta última casa era de Rosario Mabel Fleitas, tía política de Chávez.
Fleitas dijo que esas cosas habían sido trasladadas a su casa por dos sobrinos y Chávez, con la promesa de retirarlas al día siguiente para llevarlas a una peña. Eso ocurrió, por lo que cuando cayó la policía a la casa de Rosario sólo encontró parte de lo robado.
Atando cabos, los investigadores siguieron los pasos de los sobrinos de Fleitas y dieron con un fletero que había trabajado para ellos el día del robo. Según declaró, el traslado se concretó en alguna casa de la zona de Derqui al 7700. En base a eso, la policía allanó un domicilio de Nocetto al 9300. Allí, donde también viven familiares de Fleitas, encontraron otras seis sillas.


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