La mesoterapia es una técnica de introducción de medicamentos a través de la piel, que potencia su acción terapéutica debido a que, entre otras razones, se aplica lo más cerca posible del órgano afectado. A pesar de las ventajas del método, "la mayoría de los médicos no conocen sus alcances", dijo a La Capital el doctor Jorge Félix Silva, fundador de la Asociación Argentina de Mesoterapia y presidente de la Federación Panamericana de la especialidad.
La técnica recurre a los medicamentos alopáticos (aprobados e inscriptos en la farmacopea nacional) y requiere mínimas dosis. "La administración de los fármacos se realiza por vía intradérmica o subcutánea superficial (inyecciones), de 2 a 4 milímetros, aunque existen otras modalidades que pueden necesitar más profundidad", explicó Silva.
La colocación se realiza en la piel correspondiente al órgano enfermo subyacente. "En el caso de una artrosis de rodilla -dijo-, se colocan los medicamentos sobre la piel que la recubre. En cambio, con la inyección intramuscular o endovenosa, el medicamento llega a zonas que no lo necesitan y sufre una metabolización y excreción mucho más rápida, lo que le impide alcanzar niveles óptimos en el tratamiento", explicó el especialista.
"Se puede utilizar en todas las patologías; lo que cambia es la zona de acuerdo a la localización de la enfermedad, el fármaco y la profundidad", agregó.
Celulitis, acné y várices
En el país, el 80% de sus usos corresponde a cuestiones estéticas, el 10% a afecciones vasculares y el 10% a patologías dolorosas. Mientras que en los países de Latinoamérica se la indica principalmente en medicina estética (dermoestética, fleboestética y vasculopatías venosas y arteriales), aunque también para el tratamiento del dolor en patologías degenerativas (artrosis y artritis) y en traumatología deportiva.
La técnica tiene indicaciones precisas en las siguientes ramas: \* Medicina estética: celulitis, obesidades localizadas, alopecías, envejecimiento cutáneo facial, flaccidez.
* Dermatología y dermoestética: acné, aftas bucales, arrugas, cicatrices queloideas e hipertróficas, condilomas venéreos, estrías, foliculitis, hirsutismo, herpes simple bucal y genital, liquen, complicaciones o vasculitis lúpica o por esclerodermia, enfermedad de Raynaud, enfermedad de Peyronie, pigmentación férrica, psoriasis, rosásea, úlceras arteriales, venosas, escaras de decúbito, vitiligo y herpes.
* Flebología: insuficiencia venosa funcional o dinámica, insuficiencia venosa crónica, úlceras venosas, dermitis ocrepurpúrica y pigmentaria, flebotrombosis, flebolinfoedema y fleboedema.
* Vascular arterial: insuficiencia arterial periférica obliterantes (arteroesclerosis, autoinmunológicas), insuficiencia sexual vascular secundaria, úlceras arteriales, insuficiencia arterial central, acúfenos, vértigos y presbicia.
* Osteoarticulares degenerativas: artrosis, artritis, lumbalgias, lumbociatalgias.
* Traumatología deportiva: esguinces, entorsis, contracturas, elongaciones, tendinitis y desgarros.
* Inmunología: prevención de estados infecciosos y gripales, asma bronquial, estados de inmunodeficiencia, anginas, otitis, infecciones urinarias y ginecológicas, sinusitis.
* Psicosomáticas: distonias neurovegetativas.
A diferencia de lo que ocurre en nuestro país, en Francia la técnica se aplica mayoritariamente en el tratamiento del dolor. "Un 80% de las consultas y prácticas mesoterápicas son para el dolor, y el 20% restante pertenece a las patologías vasculares y estéticas. Los porcentajes son similares en Argelia, Marruecos, Túnez, Israel y Bélgica.
La Academia Francesa de Medicina la considera parte de la medicina clásica y se dicta en la Universidades de Bordeaux, Marsella y París. El doctor Silva es docente de esta materia en la Facultad de Medicina Paul Broca de la Universidad Víctor Segalen, de Bordeaux, Francia.